Con más de 113 años de vida, la nómina de inquilinos de la portería del Real Betis es extensa. Nombres ilustres en algunos casos y que entraron con letras de oro en la historia de la entidad verdiblanca. Repasamos los diez guardametas que en más ocasiones han jugado como béticos. Una lista que encabeza una leyenda como José Ramón Esnaola.
El meta vasco es el jugador que más partidos oficiales ha disputado con el Betis y en el recuerdo de los béticos queda la Copa del Rey de 1977. Aunque es el principal, no es el único protagonista de esta lista en la que figuran Joaquín Urquiaga, campeón de LaLiga en el 35, Toni Doblas y la Copa del 2005, Toni Prats, Antonio Adán o Pedro Jaro.
Leyenda del Betis, héroe de la final de Copa del Rey conquistada en 1977 con una tanda de penaltis inolvidable, el vasco jugó doce temporadas en el club verdiblanco. Sumó 459 partidos en las distintas competiciones, entre la 73/74 y la 84/85. Sus actuaciones y regularidad le valieron para ser el portero más recordado por los béticos, uno de los mitos de los imprescindibles en la historia de la entidad heliopolitana.
El balear marcó una etapa en la que fue el auténtico dueño de la portería del Betis, donde fue un seguro por su sobriedad y personalidad. Nueve temporadas como bético, de la 96/97 a la 04/05 con 311 partidos. Subcampeón de la Copa del 97 y campeón de la del 2005, si bien es cierto que no fue el meta habitual del torneo. Además de sus cualidades como guardameta, también llamó la atención su juego de pies, la potencia de sus saques y dos goles que marcó.
Dueño de la portería del Betis durante cuatro temporadas y media. Su etapa en el equipo fue desde el mercado de invierno de la 13/14 hasta el verano del 18. Alcanzó 165 partidos como verdiblanco, en los que vivió un descenso, un ascenso y una clasificación para Europa. Regularidad en sus actuaciones y también personalidad sobre el terreno en un portero que dio puntos en muchas fases.
El canterano sumó 112 partidos con el Betis en ocho temporadas en el club desde la 70/71 a la 80/81, si bien es cierto que por medio jugó dos años en el Mallorca y uno en el Valladolid. Portero de reflejos que formaba parte de la plantilla que ganó la Copa del Rey de 1977 a la que contribuyó. Todo conviviendo en muchos años con el mito de Esnaola.
El portero aragonés militó en el Betis entre las temporadas 67/68 y la 70/71. Cuatro años en los que acumuló un total de 104 partidos bajo los palos de la portería verdiblanca. Vivió un descenso en su primer año y un ascenso en su segundo. La irrupción de Campos le restó protagonismo en su etapa final en el club bético.
Portero del Betis entre los años 20 y principios de los 30, con un total de 102 partidos como verdiblanco. Fue, por ejemplo, el primer guardameta bético en Primera o el encargado de estar bajo los palos en la final de la Copa del año 1931 contra el Athletic de Bilbao.
El madrileño puede presumir de haber conseguido el Trofeo Zamora con el Betis. Fue en la campaña 94/95 donde sólo recibió 25 goles en 38 partidos. Ese equipo recién ascendido fue tercero en LaLiga. Portero sobrio, militó en el club verdiblanco entre la señalada 94/95 y la 96/97. Titular en las dos primeras, la llegada de Prats cambió esa condición. Subcampéon de la Copa del Rey del 97, torneo en el que era el elegido por Serra para jugar.
El portero vasco entró en letras de oro en la historia del Betis por ser el portero titular del equipo verdiblanco que se proclamó campeón de LaLiga en la campaña 34/35, donde recibió sólo 19 goles en 21 encuentros. Cuatro años como verdiblanco, desde la 32/33 hasta la 35/36 para alcanzar 98 partidos como bético. Un fijo en las alineaciones.
El valenciano fue internacional jugando el Betis, disputando dos partidos con España, uno de ellos clave en Irlanda del Norte para el posterior título de Europa de 1964. Fue meta verdiblanco entre las temporadas 60/61 y la 64/65 para sumar 95 partidos como bético. Meta titular en el equipo heliopolitano que acabó tercero en LaLiga del año 1964.
El nombre del canterano va ligado al título de la Copa del Rey de 2005, donde fue el meta titular y protagonista en momentos claves como la tanda de penaltis en la semifinal contra el Athletic de Bilbao. Después de haber destacado en la cantera, el de Bellavista militó en el primer equipo entre la campaña 2004/2005 y la 2007/2008. Cuatro años para jugar 95 encuentros, entre ellos los de la Champions League.