Llega el primer derbi del año 2021, y también de la temporada. Real Betis y Sevilla FC afrontan un exigente duelo marcado por las bajas, con ausencias sensibles en los dos equipos.
El cuadro de Manuel Pellegrini es el más golpeado, con hasta nueve ausencias de peso. Joaquín, Martín Montoya y Guardado dieron positivo en los test realizados el jueves y son bajas de última hora, uniéndose así a la de Álex Moreno, que también dio positivo en la previa del duelo ante el Levante.
Además, por lesión tampoco están disponibles otros como Camarasa, William Carvalho, Dani Martín, Cristian Tello o Marc Bartra. Así las cosas, Pellegrini solo cuenta con 16 futbolistas con ficha de la primera plantilla para el duelo ante el Sevilla FC. Las grandes dudas de cara al once son ver si Claudio Bravo y Sergio Canales podrán salir finalmente de inicio. Ambos han tenido trabajo específico toda la semana.
La convocatoria completa: Joel Robles, Claudio Bravo, Paul, Víctor Ruiz, Juanmi, Fekir, Borja Iglesias, Canales, Sidnei, Loren, Sanabria, Lainez, Guido Rodríguez, Emerson, Mandi, Aitor Ruibal, Rodri, Dani Rebollo, Fran Delgado, Miranda y Geovanni.
En el Sevilla la baja más reseñable es la de Fernando Reges, que cumplirá sanción al ver la quinta amarilla del curso frente al Villarreal, además de los lesionados Sergio Escudero, Carlos Fernández y el meta checo Vaclík.
Sin embargo, podrá contar con el capitán Jesús Navas, repuesto de un golpe, y podría suplir al brasileño con el serbio Gudelj o, en una variante más ofensiva, con Óliver Torres.
Con siete puntos de diferencia entre ambos, el Sevilla afronta en mejor forma al duelo de rivalidad sevillana en Heliópolis, al encadenar seis encuentros invicto -cuatro en Liga, uno en Copa y otro en la Champions- en el final de un año glorioso, en el que conquistó su sexta Liga Europa y se clasificó para la Liga de Campeones, en la que ya ha accedido a los octavos de final.
Todo lo contrario le ocurre a un Betis en crisis, muy irregular, perdido en zona de nadie en la tabla y con el negativo honor de ser el equipo más goleado de Primera, 30 en 16 jornadas, una situación en la que Pellegrini sigue sin dar con la tecla de las soluciones.