El primer tramo del partido que SD Huesca y Real Betis disputaron en El Alcoraz dejó a un equipo verdiblanco decidido en ataque. Dominaban los de Manuel Pellegrini y en una de sus acciones de peligro se originó cierta polémica. Una falta directa en la frontal del área azulgrana fue ejecutada por Sergio Canales. La barrera saltó y el balón impactó en Sandro Ramírez. Aparentemente no había sucedido nada, pero el colegiado del encuentro, Cordero Vega, señaló el punto de penalti.
El atacante del SD Huesca había recibido el pelotazo en su codo izquierdo. Sandro saltó lateralmente y con el brazo semidespegado. Tuvo suerte porque el esférico le impactó en la zona que sí tenía pegada, concretamente en el codo. Desde la sala de videoarbitraje avisaron al árbitro para que revisara la jugada. El VAR no puede 'despitar' un penalti, la potestad siempre está en el colegiado principal.
Cordero Vega fue al monitor de la banda y tras varias repeticiones vio claro que la zona de impacto era legal. El codo es considerado mano, pero al tenerla Sandro pegada al cuerpo el penalti fue anulado. Canales se disponía ya a tirar el penalti y se quedó con las ganas. Al menos la acción sirvió para conocer que el lanzador principal en estos momentos es el cántabro y no Fekir. En el derbi cada uno tiró un lanzamiento desde los once metros: Canales acertó y Fekir erró.