La temporada de Nabil Fekir está siendo uno de los temas habituales esta temporada en el Real Betis, dado que el francés no termina de ser determinante, tal y como se demanda por su rol. Un ejemplo de esa función de ganar partidos sucedió la temporada pasada contra el Celta de Vigo en el Benito Villamarín, rival que visita este miércoles el feudo helipolitano.
Fue en octubre de 2019 y ese día el Betis venció al Celta por 2-1. El resultado salvó a Rubi, en uno de sus primeras 'pelotas de partido' que vivió en el banquillo bético. De no haber ganado el catalán hubiera sido posiblemente posiblemente cesado. Aquella noche el técnico le debió su primera vida extra a Fekir, quien dio el triunfo sobre el pitido final.
Emerson había adelantado al Betis pronto, Iago Aspas empatado para el Celta en la segunda parte. Fue en el minuto 90 cuando apareció Fekir, para recoger una pelota suelta en el área y colocarla con habilidad en el fondo de las mallas pese a que delante suya tenía una maraña de rivales. El francés era determinante y le daba los puntos a los suyos.
Fue uno de los siete goles que consiguió Fekir con el Betis la temporada pasada. Los números de su segundo año no están teniendo el mismo peso y sólo acumula un tanto, el logrado contra el Valladolid de penalti. Precisamente desde los once metros ha tenido dos oportunidades más ampliar su cuenta pero no atinó. Ahora, contra el Celta, puede ser una buena oportunidad para despegar.