En el argot futbolístico es habitual escuchar eso de que la mejor defensa es un buen ataque. Si tu equipo es el que acapara el balón, el rival tendrá muchas menos opciones de acercarse a portería y, por tanto, no podrá anotar. Sin embargo, el Real Betis de Manuel Pellegrini quiere hacer prácticamente lo contrario: lograr resultados positivos partiendo de buenos ejercicios defensivos que puedan rentabilizar en mayor medidas los goles que anote el conjunto verdiblanco.
Les está funcionando. Tras unos primeros compases de LaLiga Santander en los que se alternaban partidos con un gran rendimiento atrás y otros con una ingente cantidad de goles en contra, el Betis ha reducido sus concesiones y se ha convertido en un equipo mucho más seguro. Tanto es así que ya acumulan ocho porterías a cero, una cifra muy meritoria a estas alturas de campeonato.
Para contextualizarla, la pasada temporada los de Rubi lograron únicamente siete. En la 2018/19 los heliopolitanos se quedaron a tres puntos de la Europa League y sumaron 11 (llevaban ocho en la jornada 24, al igual que en la actualidad). El año anterior, cuando consiguen la clasificación, alcanzan las 13 porterías a cero en LaLiga pero a estas alturas tan solo habían conseguido no recibir gol en cinco ocasiones.
La solidez defensiva es una de las claves de la situación del equipo en la tabla. De seguir con este promedio de imbatibilidad, los de Pellegrini llegarían a los números de aquella temporada que quedaron sextos. La historia no tiene por qué repetirse, pero el Betis está en el camino adecuado para conseguir su tan ansiado objetivo.