En esto del fútbol nunca hay que elevar nada a definitivo y el primer bolo de temporada no dejó demasiadas conclusiones aunque sí se ofrecieron algunos detalles que podrían tener cierta relevancia esta temporada. Sin duda alguna uno de los elementos más relevantes fue el nuevo rol que adoptó Joaquín Sánchez. El capitán del Real Betis podría reciclar su posición en el último año de su carrera, según lo ensayado en esta primera semana de entrenamientos.
Manuel Pellegrini ha probado a Joaquín en una posición diferente. En busca de dosificar sus esfuerzos y poder seguir explotando su habilidad, el técnico decidió retrasar al portuense y encorsetarlo en la medular. Algo que venían probando durante toda la semana. El portuense actuó con libertad de movimientos, un paso por delante de la zona de máquinas, ejerciendo de enlace con la parcela ofensiva y cayendo de forma puntual a banda. Su cometido era el de manejar el ritmo del juego desde atrás y participó de forma activa en la elaboración.
Sí que es cierto que se le notó algo desubicado al principio pero encontró su sitio con el paso de los minutos. La tendencia natural le hacía aparecer con regularidad en zona de tres cuartos aunque no se eximió de colaborar en tareas defensivas y cumplir lo pedido, agilizar la salida con balón. Un nuevo rol al que se tiene que ir adaptando y que puede aportar cosas distintas a este Betis. Es Manuel Pellegrini el que tiene un plan...