Un reto exigente pero con argumentos suficientes para afrontarlo
El Real Betis contrató a Manuel Pellegrini con la difícil tarea de devolver un equipo con muchas carencias a la élite del fútbol nacional y continental. Tras una decepcionante temporada con Rubi y Alexis en el banquillo, el cuadro verdiblanco quedó el 15º en LaLiga y en Copa lo eliminó el Rayo Vallecano en dieciseisavos por penaltis. Temporada nefasta pese a la fuerte inversión en jugadores como Borja Iglesias, Fekir o Alex Moreno, que no dejó más que desilusión entre la parroquia bética.
Para mejorar estos registros, el Betis contrató a Manuel Pellegrini con la idea de volver a Europa. Aunque la primera mitad del campeonato estuvo marcada por la irregularidad y la fragilidad defensiva, a comienzos de enero el equipo cambió por completo. La defensa mejoró notablemente hasta convertirse en uno de los equipos que menos goles encajaba. Dos derrotas en la segunda vuelta, ante Barcelona y Sevilla, fueron los únicos encuentros en los que el Betis acabó por debajo en el marcador.
Pellegrini, un líder que no necesita alzar la voz
La victoria en Vigo certificó la vuelta a Europa League. Pellegrini ha mejorado al Betis en muchos aspectos, tanto es así que en 46 partidos como entrenador verdiblanco ha ganado 21 partidos, empatado doce y ha caído derrotado en trece. A pocas semanas de debutar en Europa, el chileno afronta un reto con un plantel un poco justo en cuanto a efectivos. A pesar de ello, cuenta con suficientes argumentos como para pelear en las tres competiciones. El míster verdiblanco cuenta con amplia experiencia viajando por el viejo continente. Villarreal, Real Madrid, Málaga o Manchester City han tenido presencia europea con Pellegrini en el banco, siendo recordado su paso por Málaga, donde alcanzó los cuartos de final de Champions League.
Por poner en contexto, otros entrenadores que han pasado por la entidad los últimos años no alcanzan 1,63 puntos por partido que posee el preparador bético en apenas 46 encuentros. Rubi vivió 33 duelos en los que ganó y empató diez y perdió hasta trece, con 1,21 puntos por partido. Otro entrenador que dejó mal sabor en la afición fue Quique Setién. El cántabro estuvo en el banquillo 94 encuentros en los que ganó 39, empató 22 y cayó derrotado hasta en 33 ocasiones.
El resto de entrenadores que han pasado por Heliópolis en los últimos años no han estado más de una temporada completa. En el S.XXI, el Betis ha tenido más 20 inquilinos distintos en el banquillo. Algunos de ellos han repetido varias veces como Paco Chaparro, Pepe Mel, Juan Merino o Victor Fernández.