Mientras el negocio se pudre por el dinero, aún quedan resquicios en el mundo de lo que un día fue el fútbol puro, el de sus aficionados. El motor del cambio, el deporte ligado a las distintas luchas de clases. Político, social y hasta religioso. Entre esas líneas confluye en Glasgow el 'Old Firm', el derbi más antiguo del mundo. Son Celtic, el próximo rival del Betis, y el Rangers los contendientes de una pugna encarnizada. Tan añeja como su whisky, la rivalidad presenta una división religiosa, entre católicos y protestantes; política, entre Jacobitas y Realistas; y económica, entre humildes y ricos. Y es que ya lo dijo Sir Álex Ferguson: "Hay gente que insiste en que otras rivalidades futbolísticas pueden generar tanta intensidad como los choques entre Rangers y Celtic… Creédme, no hay nada comparable"
Los primeros vestigios de esta confluencia emergen a finales del siglo XIX. El hermano Walfrid era un religioso marista irlandés que se trasladó a Escocia y que atendió a los miles de irlandeses católicos que emigraron debido a la hambruna en su isla.
A principios de los 70' comienza a dirigir la escuela parroquial St. Mary's en el East End de Glasgow, el barrio de los emigrantes católicos. Fue entonces cuando creó The Poor Children´s Dinner Table, una organización caritativa destinada a ayudar a través de un comedor a los niños más necesitados.
Pronto se dejó la vida buscando dinero para sus niños pobres y consiguió la implicación de empresarios. El hermano Walfrid era un adelantado a su tiempo y se le ocurrió organizar partidos de fútbol benéficos para recaudar fondos destinados a la caridad. Después de uno de estos partidos, decidió que Glasgow debería de tener un equipo de fútbol irlandés propio. Un equipo de católicos, de izquierdas (posteriormente republicanos), de clase humilde y con el trébol de cuatro hojas, al igual que la bandera de Irlanda, en el escudo.
Enfrente está, o estaba, el refundado Rangers. Este nació década y media antes que su rival. De hecho, al principio su idiosincrasia no tenía connotaciones religiosas. No obstante, el crecimiento del Celtic cambió la tendencia y de pronto el Rangers se convirtió en la inspiración del protestantismo. Un club formado por la élite de la ciudad, los unionistas partidarios del imperio británico y los protestantes. Una rivalidad que alcanzó su cénit a principios del Siglo XX, cuando en 1912 el astillero Harland and Wolff se negó a contratar a partidarios católicos (ligados al Celtic), ya que la mayoría de trabajadores portuarios eran simpatizantes del Rangers. Hoy se caracteriza más con los 'pijos', como los llaman sus rivales, o la clase pudiente.
Uno de los elementos más curiosos del derbi es que difícilmente verás banderas de Escocia. En las gradas de Celtic Park ondean banderas irlandesas e insignias del IRA, un levantamiento popular contra UK que terminó convirtiéndose en una banda terrorista. Además su hinchada, pese a ser católica, está hermanada con otras de izquierda como la del St. Pauli alemán, el Livorno italiano y el Liverpool inglés, con el que comparte el ‘You’ll never walk alone’.
Tampoco es usual ver a los aficionados del Rangers con la bandera de Escocia. Sus hinchas son unionistas y lucen símbolos del como The Union Yack, compuesta por la combinación de las cruces de los santos patronos de Inglaterra, Escocia e Irlanda del Norte, tres de las cuatro regiones que forman el Reino Unido.
Una rivalidad encarnizada pero 'fraterna' a nivel institucional. La gran curiosidad de todo es que Celtic y Rangers tienen una relación institucional sensacional, ya que negocian de forma conjunta derechos de televisión y patrocinios. Hasta el punto de llegar a compartir patrocinadores por el miedo de las empresas a no identificarse con ninguno en concreto.