La vuelta del Betis a Europa tres años después estuvo cargada de emociones fuertes. Los más de 30.000 aficionados verdiblancos que acudieron al Benito Villamarín sufrieron, vibraron y estallaron de júbilo. La vida en 90 minutos. Claro que, por encima de todo, el estreno continental acabó con una victoria que es oro en paño en un grupo en el que se presupone la igualdad.
Media hora de siesta, superado por el Celtic que se puso 0-2; la reacción de un Betis 'modo rodillo' para remontar y colocarse con un 4-2 al poco de empezar el segundo acto; y un final en el que los escoceses volvieron a apretar los corazones de los béticos con un gol en los instantes finales. Todo eso contuvo el estreno del EuroBetis de Pellegrini.
La cita dejó dos grandes cualidades del Betis. La primera, la capacidad competitiva de un equipo al que pocas veces lo echan de los partidos. Ni en sus momentos más bajos lo noquean. Seña de identidad inculcada por Pellegrini y que ya viene de lejos, de la segunda parte de la campaña pasada. La segunda virtud fue la pegada. Contundencia goleadora para alejar dudas que se habían planteado en esta temporada en esa faceta.
Los dos goles escoceses fueron remontados por los de Miranda, el doblete de Juanmi y el cuarto de Borja Iglesias. Una extraordinaria pegada de un equipo en el que Fekir y Canales se colocaron a los mandos y pusieron la calidad, pero en el que también fue fundamental Miranda, un punzante martillo que percutió por su banda, o el acierto del citado Juanmi.
La otra cara de la moneda, que tampoco conviene olvidar para el futuro, es el primer tramo en el que el Betis se vio superado por un Celtic que dominó el mediocampo y señaló algunas de las debilidades defensivas de los heliopolitanos. Lecciones de las que aprender y mejorar para ocasiones venideras.
Pellegrini apostó por refrescar el equipo para el debut europeo y hasta ocho cambios introdujo en el once inicial respecto a la alineación del lunes en Granada. Solo Víctor Ruiz, Fekir y Borja Iglesias se mantuvieron de inicio. Las novedades empezaron por la portería, donde Claudio Bravo fue el encargado de defender la meta. Canales volvía a la titularidad.
El Betis se vio sorprendido de inicio por la valentía de un Celtic que se hizo dueño del mediocampo y la pelota. Tanto que los escoceses se adelantaron al cuarto de hora por mediación de Ajeti, quien remataba en el corazón del área un servicio desde la derecha. La acción fue revisada por el VAR, por las dudas de una posible mano, antes de subir al marcador (14').
Los de Pellegrini trataron de reaccionar de la mano de Fekir que se puso al mando de las operaciones y contó con la imprescindible colaboración de Canales. Sin embargo, el Betis se encontró con un inspirado Hart, que paró sucesivamente remates del francés y un cabezazo de Víctor Ruiz. Lejos de empatar, la situación para los verdiblancos empeoró cuando el Celtic hizo el 0-2 con un tanto de penalti de Juranovic, tras un derribo de Bravo (27').
Las sensaciones ya no eran tan negativas como un marcador tan desfavorable. Fueron entonces los minutos de Miranda. Primero estrelló un balón en el palo. Luego en combinación con Fekir, y con mucha fe, anotó el 1-2 en una subida en la que definió en el área. Llovía menos para el Betis (30'). Mejor escenario fue aún con el empate cinco minutos después, que demostraba la competitividad verdiblanca.
Una excelente acción colectiva significó la igualada. Joaquín habilitó a Borja Iglesias desde la derecha y el Panda ofreció en bandeja al empate a Juanmi, quien aceptaba el regalo del pase de la muerte (35'). Gol y el Villamarín estallaba. Incluso en alguna acción de Fekir, el Betis pudo anotar el tercero antes del descanso.
Borja Iglesias fue el primero en probar fortuna tras el descanso. Miranda seguía mostrándose inspirado. Las sensaciones eran positivas y el 3-2 no tardó en llegar. Un magnífico centro de Canales desde la izquierda era rematado con sutileza en el primer palo por el Panda (50'). No era suficiente para un Betis ambicioso que quería más. Juanmi, poco después, lograba el cuarto (52'). El malagueño recogía un balón en el segundo palo para controlar y empalar un remate que entraba tras tocar el palo.
Aitor Ruibal suplía a un ovacionado Joaquín. El Betis parecía haber noqueado a base de goles al Celtic, claro que quedaba más de media hora. El partido volvía a la calma, aunque ya el marcador era otro favorable a los verdiblancos que hacían disfrutar a los suyos. Los visitantes daban señales de vida con un balón de Rogic al poste (66').
Pellegrini buscaba amarrar el control de juego y dio entrada a Guido Rodríguez y William Carvalho. También entraba Álex Moreno. Se iban Guardado, Fekir y Miranda, con problemas físicos. Canales adelantaba su posición. Era el momento de gestionar la remontada. Borja Iglesias, con un remate cruzado tras un pase de Aitor Ruibal, rozó el quinto. El balón se fue fuera por poco.
Rober se convertía en el quinto cambio bético. Entraba por un Canales que se marchaba con el reconocimiento de la hinchada. Aunque el Celtic no le perdía la cara al duelo, Bravo desbarataba cualquier intentona. Claro que Ralston, con un remate de cabeza, colocaba la incertidumbre al marcar el 4-3 en el penúltimo suspiro (86'). Tocaba apretar y eso hizo el Betis para retener el triunfo europeo. Felicidad en el Benito Villamarín después de una tarde con emociones fuertes.