Ferencvaros, el gran marginado de Hungría tras la II Guerra Mundial
El Real Betis visita el próximo jueves al Ferencvaros, el club más laureado, tanto nacional como internacionalmente, de Hungría. Una entidad que, paradójicamente, cayó en depresión en la época de mayor esplendor deportivo del país. Una selección que ganó los JJOO de 1952, que se quedó a las puertas de ganar el Mundial de 1954 y que acumuló cuatro años sin conocer la derrota. No obstante, los efectos secundarios de la II Guerra Mundial y el control del gobierno casi sentencian de muerte al club.
El Ferencvaros representaba, y lo sigue haciendo, al nacionalismo tradicional. Todo cambió tras la guerra, momento en el que otros dos grandes clubes de la ciudad experimentaron sustanciales modificaciones en su gestión. La policía secreta se hizo con el control del MTK Budapest y con el Honved hizo lo propio el Ministerio de Defensa. Esa fortaleza económica relegó a un segundo plano al próximo rival del Betis, que vio cómo sus contendientes más cercanos disfrutaban de los Puskas o Czibor, los mejors jugadores del país.
Aquella Hungría sentó las bases del primer gran cambio del fútbol, cuando las cuestiones técnicas cobraron más importancia en el deporte rey. El gobierno húngaro le dio el control deportivo al exfutbolista Gustav Sebes, que repartió los mejores futbolistas del país entre el MTK y el Honved.
También la política jugó en contra del Ferencvaros, toda vez que Sebes era un concienzudo estudioso de la política. De hecho instauró en la selección la corriente socialista, contraria a las ideas del club verdiblanco. Un combinado nacional que se mantuvo invicto durante 32 partidos, entre 1950 y 1954.
En la retina de todos queda el 3-6 que le endosó a Inglaterra en su casa, siendo la primera vez en la historia que los británicos perdían como local. Caprichos del destino, Hungría perdió una vez en cuatro años y 'escogieron' la peor noche para hacerlo. Fue en la final del Mundial de Suiza, ante Alemania Federal (3-2).
Era tanta la presión que ejercía el gobierno, cuya prioridad era la propaganda, que antes de los Juegos de Helsinki obligaron a Sebes a firmar un documento en el que se comprometía a regresar con el oro. Si no lo hacía, le prometerían consecuencias... El técnico asumió el riesgo y Hungría fue un ciclón. Desintegrada la selección, el Ferencvaros recuperó su corona y logró el primer y único título europeo que tiene un equipo húngaro. Se alzó con la Copa de Ferias de 1965.integrada la histórica selección, el Ferencvaros recuperó su corona y ganó hasta una Copa de Ferias en 1965. En su palmarés colecciona 63 torneos nacionales, entre los que se encuentran 32 ligas. El mejor club húngaro menos en la época de oro.