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Juanmi hace feliz a Joaquín y pone al Betis mirando a la Plaza Nueva

Juanmi pide perdón mientras celebra uno de sus goles (Foto: Giovani Batista).
Periodista especializado en fútbol y baloncesto.

Joaquín Sánchez, el mayor símbolo de la historia verdiblanca reciente, homenajeaba a su afición en la previa animando el partido de cuartos de final de la Copa del Rey ante la Real Sociedad con el cántico de "a Plaza Nueva hay que volver". Juanmi, O Rei de Heliópolis, lo ha hecho feliz y con sus dos goles ha puesto al Real Betis mirando hacia el escenario de las celebraciones del club. Su trascendental estado de gracia desequilibró la partida en el Reale Arena y acercó un escalón más el sueño de los béticos de reverdecer laureles y títulos. Willian José y Aitor coronaron luego un espectáculo digno de ver y de disfrutar. Porque este Betis es una auténtica gozada.

Juan Miguel puso al conjunto de Pellegrini en las semifinales coperas con sus pies mágicos, el izquierdo y el derecho, con los que dictó justicia en un partido peleado en el que ganó el mejor. Con mucha diferencia, dicho sea de paso. Las dos orquestas futbolísticas mejor afinadas a día de hoy en LaLiga Santander se enfrentaron en un magnífico espectáculo de intensidad, competitividad y arrojo en busca de un premio que viajó de La Concha a Sevilla. Y en ese espectáculo el Real Betis llevó toda la batuta con el delantero como solista de lujo.

La humildad y ambición de Juanmi son las del Betis

Todos quieren que marque Juan Miguel, según reza el villancico más cantado de la pasada Navidad. Y el malagueño lo hizo, desatando las gargantas de quienes llevan meses coreando su nombre en el Benito Villamarín. Su figura encarna a la perfección la de este nuevo Betis que ha resucitado Pellegrini. Su humildad y ambición corren como posesas de la mano después de haber exorcizado un calvario de lesiones que le había borrado la sonrisa. Esa sonrisa ha vuelto y con ella la del Betis del Ingeniero, siguiendo fielmente el plan del chileno que ha exiliado la tristeza del alma verdiblanca.

La alegría de este Betis es la de Canales, la del inconmensurable William Carvalho, la del genio Fekir. Y la de Rui Silva, el otro gran protagonista, salvando varias oportunidades locales pero sobre todo deteniendo de manera increíble lo que Isak pudo haber convertido en una amenaza importante.

Juanmi no se olvida de su pasado y pidió perdón a la afición de la Real Sociedad. Eso ya dice mucho de su talante. Es evocador del de un Real Betis que ha logrado devolver el orgullo a los suyos, gracias a una exultante eficacia goleadora, una capacidad competitiva de campeonato y un fútbol de muchos quilates. ¿Quién decía que lo único importante es ganar? Es lo más importante, estaría bueno, pero hacerlo de esta forma ensalza aún más lo que está haciendo Pellegrini en el club heliopolitano.

La entrada feliz de Joaquín

Este equipo tendrá el techo que él mismo se ponga y, de momento, sigue viviendo al raso. No parece dispuesto a topar sus anhelos y los de una afición que hacía mucho que merecía verse representada de esta forma. En el tramo final del partido, mientras media Sevilla rozaba el orgasmo deportivo, Pellegrini daba entrada a Joaquín. Y la leyenda bética viva saltó feliz al Reale Arena. Porque sabe que el cántico de la afición cada vez cobra más fuerza y visos de realidad. Y que su Betis puede volver a la Plaza Nueva. No se podría dignificar su carrera de una manera más propia.

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