El Betis, colocado para un final de temporada apasionante

El Real Betis del chileno Manuel Pellegrini ha llegado al parón liguero bien colocado para afrontar sus objetivos que, en esta temporada, pasan por ganar la Copa del Rey ante el Valencia el próximo 23 de abril en La Cartuja y sellar la clasificación para jugar en Europa la próxima temporada.

El Betis ha completado la última semana antes de las dos de terapéutico paréntesis con una victoria ante el Athlétic de Bilbao (1-0) y un empate a cero frente al Celta en Liga, y la eliminación en los octavos de Liga Europa frente al Eintracht en Fráncfort en el descuento de la prórroga.

Pese al golpe de quedar apeados en esas circunstancias, el conjunto de Pellegrini logró sacar adelante el compromiso de Balaídos con un punto que, según los protagonistas, les vale y que ha hecho que el equipo bético esté clasificado en quinta posición con 50 puntos, a cuatro de Atlético Madrid y Barcelona -éste con un partido menos- y a siete del segundo, el Sevilla.

Lo sentenció como tantas otras cosas Luis Aragonés, que para aspirar a algo había que llegar bien colocado a los últimos diez partidos y, a partir de ahí, buscar el nivel óptimo de juego para afrontar la recta final de la temporada en busca de los objetivos.

Doble objetivo

En el caso de los de Pellegrini, una vez eliminados de la Liga Europa, el gran objetivo de la temporada pasa por ganar la Copa del Rey ante el Valencia y levantar este trofeo por tercera vez en su historia y diecisiete años más tarde de que lo hiciera por última vez en 2005, ante el Osasuna, en el Vicente Calderón.

Además, el Betis afronta el tramo final liguero con el objetivo claro de entrar en Europa y con el más elevado de hacerlo por la puerta grande de la Liga de Campeones, aunque para ello tendrá que igualar y superar a entidades que le superan en mucho en presupuesto y en imperativos clasificatorios.

En busca de este objetivo, los de Manuel Pellegrini recibirán en el Benito Villamarín a Osasuna, Elche, Barcelona, y Granada; y viajarán a Cádiz, San Sebastián para jugar contra la Real Sociedad, Getafe, Valencia, y Madrid para enfrentarse al equipo del italiano Carlo Ancelotti.

De la dificultad de los partidos en este tramo de la Liga habló Pellegrini tras el empate ante el Celta, punto que dio por bueno porque "cuando no se puede ganar fuera, al menos hay que tratar de no encajar gol" y porque estas fechas "son complicadas porque todos se juegan entrar a Europa o el descenso".

El parón, además del descanso de los 'sanos', cuenta con la ventaja de poder recuperar a los inquilinos de la enfermería bética, muy poblada después de más de cuarenta días en los que el Betis ha completado catorce partidos oficiales en las tres competiciones en las que ha estado inmerso antes de la eliminación europea.

Las próximas dos semanas serán útiles para entrenar, algo complicado cuando se juega cada dos y tres días, y para que Pellegrini recupere para el tramo final del ejercicio a futbolistas importantes en sus esquemas como el lateral izquierdo Álex Moreno, el centrocampista mexicano Andrés Guardado y el extremo Cristian Tello.

Junto a ello, jugadores clave como uno de los capitanes, Sergio Canales, tendrá margen para recuperarse de las molestias físicas con las que ha jugado los últimos partidos, derivadas de una dolencia en un dedo; caso análogo al del lateral Juan Miranda, con secuelas de una dolencia de tobillo; y del portero portugués Rui Silva, con un edema que le impidió estar en Vigo.

Además, este paréntesis servirá para que se oxigene otro de los pilares del equipo de Pellegrini, el internacional francés Nabil Fekir, quien no obstante, cumplirá ante el Osasuna el segundo de los partidos de sanción por su expulsión con roja directa ante el Athlétic de Bilbao, una vez que cumplió el primero frente al Celta junto al centrocampista Aitor Ruibal, quien no estuvo en Vigo por acumulación de amonestaciones.

Idéntico motivo es el que impedirá al argentino Germán Pezzella, quien vio la quinta del ciclo en Balaídos, estar ante el conjunto de Pamplona el próximo 3 de abril en el Benito Villamarín, punto de partida del tramo decisivo de la temporada para los de Manuel Pellegrini.