El partido del pasado miércoles contra Osasuna marcó un antes y un después en el futuro de Dani Ceballos. El ex del Real Betis jugó en Pamplona un total de 71 minutos, convirtiéndose en el mayor tiempo que ha disputado esta temporada, superando a los 20 que jugó ante el Valencia.
El tiempo jugado ante Osasuna trae implícito un nuevo hándicap para que el utrerano vuelva a jugar con la elástica verdiblanca. Y es que, el centrocampista ya no tiene opción de acogerse a la norma FIFA, que le permitiría irse en caso de no jugar un total del 10% de los partidos. Es decir, esto implica que Ceballos no podría irse libre este verano del Real Madrid, restándole aún un año de contrato.
Una de las razones de los escasos minutos que ha jugado Dani Ceballos ha sido culpa de una lesión que se produjo en los Juegos Olímpicos de Tokio, lo que le obligó alejarse de los terrenos de juego parte de temporada. A eso se le suma que el sevillano no ha contado con la confianza de Carlo Ancelotti desde que está recuperado, dificultando su puesta en escena.
Hasta el partido de la jornada 33, Dani Ceballos tan solo había jugado 104 minutos repartidos entre siete jornadas de Liga, dos de Copa y dos encuentros en Liga de Campeones. Al sumarle los minutos del pasado miércoles, la cifra asciende a 175 minutos. Es decir, el jugador ha participado en 12 de los 50 encuentros que ha jugado esta temporada el Real Madrid.
Después de lo sucedido en el partido contra Osasuna, las opciones para acogerse a la normativa que le permite buscar destino sin esperar a lo que decida el Real Madrid comienzan a tornarse casi imposibles. Las posibilidades de salida libre se cierran casi por completo, aunque tenga escasos minutos en los cinco encuentros que faltan de Liga y los mínimos dos que les resten de Champions.