El capitán del Betis, Joaquín Sánchez, es una cantera inagotable, un pozo sin fondo que lo mismo se marca una ‘pataíta’ por Jerez como epílogo de un concierto de Alejandro Sanz que le cierra las puertas del club bético a la estrella noruega Erling Haaland porque “ya no tiene sitio”. A sus cuarenta años, Joaquín apura sus vacaciones antes de incorporarse a comienzos del próximo julio a las órdenes del chileno Manuel Pellegrini y, en una de las últimas paradas veraniegas, protagonizaba un baile junto a su mujer y hacía gala de su proverbial vis cómica que ha hecho pública en sus redes sociales. Puedes verlo en el vídeo que encabeza la noticia.