Adrián San Miguel, otra vez campeón con el Liverpool. El que fuese meta del Real Betis se proclamó campeón de la Community Shield este sábado ante el Manchester City (3-1) en un encuentro en el que partió como titular, sufrió ante Haaland... y acabó levantando el trofeo.
El primer hombre que secó oficialmente a Haaland. Así podría llamarse ahora Adrián San Miguel, exguardameta del Real Betis y actual portero del Liverpool. El que fuese verdiblanco partió como titular este sábado ante el City y a pesar de que pudo hacer algo más en el gol celeste, su actuación fue muy buena.
UP THE REDS ✊🔴#CommunityShield pic.twitter.com/5yvIQsh9Sh
— Liverpool FC (@LFC) July 30, 2022
La centenaria edición de la Community Shield, la Supercopa de Inglaterra, coronó este sábado al Liverpool como campeón por decimosexta vez y dieciséis años después, más resolutivo y práctico que el Manchester City, al que doblegó por un penalti decisivo obviado en vivo, señalado a través del VAR, transformado por Mohamed Salah y provocado por Darwin Núñez, que sentenció también el choque en el tiempo añadido con el 1-3 definitivo.
Suplente de inicio, el impacto del goleador uruguayo ya es notorio en el conjunto de Jurgen Klopp, que lo puso en juego en el minuto 59, en sustitución de Roberto Firmino. Después falló una ocasión ante Ederson, pero en el tramo final sacó un penalti de un cabezazo que no iba a ningún lado más que fuera de no ser por la mano de Ruben Dias y remachó el 1-3 con el que su equipo se adueñó del primer título de la temporada.
No entendió el árbitro que hubiera falta de Foden sobre Adrián, por más que lo reclamó el guardameta, que había sido uno de los mejores del Liverpool hasta entonces, en el tanto celeste, pero la tarde de Adrián San Miguel no podía estropearse.
En el minuto 81, el cabezazo que conectó Darwin Nuñez iba fuera, pero en su camino se encontró la mano de Ruben Dias. Despegada, no la vio en un primer momento el árbitro. Sí después, cuando recurrió al VAR para señalar una pena máxima clara. Marcó el penalti. Salah lo transformó con la izquierda, raso, lejos del alcance de Ederson. Ya definitivo para el título, sentenciado con el 1-3 de Darwin Núñez, ya indispensable en el Liverpool.
Me parece de profesionalidad y seriedad periodística que antes de escribir un artículo sobre la actuación de un deportista, os informáseis con detalle de lo sucedido en una jugada. El gol del City es una falta al portero Adrian. En todo caso, quien pudo hacer algo más fue el arbitro mirando detenidamente la jugada y el VAR. Gracias por vuestra atención.