"Y er Panda, ¿er Panda cuántos goles lleva?". Aquella frase, pronunciada por un furibundo sevillista, adquiere valor por días. Desde entonces, Borja Iglesias no ha parado de marcar goles. O golazos, como el que le dio el triunfo al Real Betis ante el CA Osasuna (1-0) en la 3ª jornada de LaLiga Santander. Es el karma, o la justicia divina. O la reivindicación de un delantero top, a día de hoy, que le chilla fuerte a Luis Enrique. Ese gol y el caviar de William Carvalho hacen al cuadro de Pellegrini líder provisional con un pleno de triunfos que invita a soñar, sobre todo ahora que el chileno va recuperando efectivos ya con inscripción federativa.
Un gol cuando la cosa está chunga es impagable. Y el Betis lo tiene. Lo tiene hasta cuando no lo genera. Es impagable por eso, aunque también por no querer pagarlo nadie. Se conoce que sólo Pellegrini ve la potencialidad de Borja Iglesias en LaLiga Santander y el fútbol europeo. Mejor para el Betis, mientras sus dirigentes se las arreglan para darle al chileno los mimbres que realmente se merece su trabajo.
El dominio inicial del Betis duró poco. Vistoso pero poco efectivo. Y en lugar de dejarse someter, el Osasuna se fue creciendo en su solidez defensiva, sustentada en mucho trabajo, orden, estrategia y el valor de Arrasate para echar el equipo a empujar arriba. Sin miedo a que un rival como el Betis te pueda hacer daño.
El técnico vizcaíno está consolidando su buen hacer de la temporada pasada. No son el Osasuna de Sola y Bustingorri, de Castañeda e Iriarte. Son un coñazo tremendo en defensa y un bloque vertical y directo en ataque. No se arrugaron por tener enfrente a un Betis dominador y le fueron quitando la pelota. Lo fueron agobiando, impidiéndole desarrollar su fútbol. Incluso se atrevieron arriba con algún centro peligroso y, sobre todo, con una doble ocasión que desbarataron el palo, primero, y Rui Silva, después.
Y ahí surgió Borja Iglesias. con un arañazo de Panda enervado. Sólo le hizo falta un balón en la frontal del área para armar un disparo entre tres defensores que le afeitó el flequillo a Sergio Herrera. ¿Cuánto vale eso? Mucho. ¿Cuánto valen sus cuatro goles en tres partidos? Más. El seleccionador Luis Enrique debe estar sordo de un oído si no oye la llamada persistente del gallego para estar en el Mundial. El zurriagazo tuvo el efecto de un par de hielos en el cubata calentorro. El Betis se serenó más aún, cobijado en la excelsa primera parte de William Carvalho.
No sólo se adueñó del centro del campo, sino que pudo marcharse al vestuario en parihuela si llega a coger la escuadra su tiro tras otra jugada de cine de esas que pagan una entrada y medio abono. Su modo cápsula se traduce en una delicia de jugador que hace cosas impensables con los pies para su altura y envergadura. Seguramente todo es más fácil cuando a tu lado está un tal Guido Rodríguez, la escoba que te barre el piso para que puedas andar con todo limpio.
Pellegrini acertó, una vez más, con el cambio de Rodri, demasiado impreciso, dando entrada a Canales. El cántabro aportó más y pareció contagiar a Fekir, que entró más en juego al igual que Álex Moreno. Más allá de alguna ocasión aislada del Osasuna, el encuentro había adquirido una brizna de placidez para el Betis, encaminado a sentenciar sin sufrir mucho. ¿Sin sufrir? Esto es el Betis, señores. Claro que hay que sufrir. De eso se encargó Pezzella, cometiendo una severa estupidez dejando un plantillazo innecesario en un balón que había despejado un cuarto de hora antes de que llegara el contrario.
Munuera Martínez hizo bien. No tanto luego con el codazo de David García a Canales. La explicación se entiende que es que el colegiado no apreció "fuerza excesiva" en el golpe. Claro, porque no terminó de romperle el tímpano o la mandíbula. Entre errores arbitrales y ansiedad de los dos contendientes el partido fue avanzando sin que el Osasuna terminara de meter mucho miedo. Luiz Henrique y Luiz Felipe debutaron, y quizá eso fue lo más destacable. Bueno, y los constantes detalles de calidad de William Carvalho.
El cuadro bético se fajó bien, pese a las circunstancias y la bisoñez de Luiz Henrique que casi cuesta el empate. Este Betis de Pellegrini compite siempre, ha ganado en solvencia y tiene gol. Y ahora, además, va teniendo más inscritos. El trago ante el Osasuna no era dilecto, pero se lo bebió con contundencia y casi sin respirar. Nueve de nueve. Y a seguir bebiendo y de fiesta.
¿Y quién es el Panda? ¿Cuántos goles lleva el Panda? Esas dos frases se están volviendo contra el "máquina" que las pronunció. En fin, por el momento lo que te queda es tragar, campeón.
Muchos critican a la directiva, y con parte de razón pero al final se está demostrando que están haciendo las cosas bien. Antes que malvender están quedándose con lo que tenían que no es poco. Si no dan más de 5 kilos por calrvalho porque tiene 30 años y es su última temporada para qué venderlo??? Por ese dinero fichas a alguien igual o mejor??? Olé por la directiva y por Pellegrini de apostar por este grupo más los brasileños!! Ojalá inscriban a los que quedan y a seguir ganando. Viva el Betis!!!
Pues nosotros sí que le ganamos al final al Bayern de Osasuna. A ver qué tienen que decir ahora los del Mickey Mouse F.C. Mañana triunfo del Almería y feliz finde a todos los béticos