En estos tiempos en los que tanto se habla de consumo y ahorro, el Betis practicó su particular versión de la eficiencia energética. Su victoria en tierras búlgaras ante el Ludogorets, con el gol de Nabil Fekir, significa el sello definitivo como primero de grupo a falta de una jornada, con las consiguientes ventajas que tiene para eliminar fechas posteriores y desahogar el calendario.
El Betis resolvió el presente, con ese primer puesto, ahorró para el futuro. El pase directo a los octavos de final de la Europa League, evitando la ronda de febrero ante un rebotado de Champions, incluso le permite afrontar con tranquilidad y sin nada que jugarse el duelo de la semana que viene ante el Helsinki, cita que llegará tres días antes del derbi contra el Sevilla.
No quedará para el recuerdo el partido del Betis, más allá del triunfo, su valor y el hecho de que los heliopolitanos visitaron por primera vez Bulgaria. Fue un partido resuelto en la segunda mitad, después de que en la primera el gran protagonista fuera Claudio Bravo con sus paradas. A los de Pellegrini les faltó una marcha más antes del descanso.
Luego tampoco es que fuera mucho mejor, pero a la primera llegada fue contundente. Fekir, otra vez apareciendo para marcar, salió desde el banquillo y anotó tras un pase de Luiz Henrique. Ahí ya fue el Betis más solvente. Por la entrada del francés, por la ventaja en el marcador, y porque Canales retrasó su posición y el equipo ganó en salida y criterio.
Claro que la tarde no fue lo redonda que el Betis hubiera deseado. Esa eficiencia energética dejó el lunar de las lesiones. La que sufrió Joaquín en el primer tramo del partido, tras un mal apoyo en un salto; y la que también padeció Guido Rodríguez en la segunda parte con molestias físicas. Habrá que esperar, pero las alarmas saltan en un equipo que no quiere volver a mirar a la enfermería.
Canales regresó al once bético tras cumplir su sanción liguera, mientras que Nabil Fekir partió desde el banquillo. Todo en una alineación con las habituales rotaciones practicadas por Manuel Pellegrini. Tanto que solo dos futbolistas repitieron inicialmente respecto a los que jugaron contra el Atlético de Madrid. Fueron los casos de Guido Rodríguez y Rodri.
Un remate de Rick casi nada más empezar escenificó buena parte de lo que sucedería en la primera parte. Atajó Bravo (3'), quien poco después tuvo que intervenir a disparo de Cauly (6'). El Betis se manejaba a un ritmo menor que el Ludogorets que pronto insistió por el flanco izquierdo de los verdiblancos donde aparecieron desajustes.
Cauly de nuevo asustó al Betis, después de una falta de entendimiento entre Bravo y Víctor Ruiz. Las ocasiones locales seguían y una pérdida de Rodri ofreció a Rick una nueva oportunidad que abortó atento Bravo (21'). A los verdiblancos les costaba salir de la presión búlgara. Para colmo, poco después se lesionaba Joaquín tras un mal apoyo en un salto y tenía que dejar su sitio a Luiz Henrique.
Las llegadas continuaban siendo del Ludogorets. Ninguna heliopolitana. Por ejemplo un ajustado remate de Tekpetey con la zurda que salió cerca del palo (30'). El Betis apenas tenía el control de juego. Víctor Ruiz primero y Miranda después, en dos jugadas diferentes, impidieron lo que se barruntaba con remates francos de los locales (37' y 40'). Los mejor para los de Pellegrini era el descanso.
Pellegrini no desaprovechaba el descanso para ajustar el equipo y realizar los primeros cambios. Álex Moreno y Nabil Fekir entraban por Miranda y Paul. Canales retrasaba su posición. Luiz Henrique lo intentaba con un cabezazo que se iba alto (47'). Algo parecía cambiar. No obstante, la velocidad de los búlgaros seguía generando problemas a la zaga bética.
El Betis se adelantó en el marcador con un gol de Fekir, quien a un toque resolvió un pase de Luiz Henrique a la espalda de la defensa (55'). Máxima eficacia. El tanto, también la presencia del francés en el césped, hizo crecer a los de Pellegrini con algo más de control. Con todo, el desborde de Cauly continuaba siendo una amenaza.
También le había sentado bien a los de esta vez de naranja la nueva ubicación de Canales. El cántabro organizaba con criterio. El Ludogorets trató de reponerse y buscar de nuevo la meta de Bravo. Las alarmas saltaban cuando Guido Rodríguez se tenía que retirar con molestias. Cedía su puesto al canterano Enrique Fernández que debutaba con el primer equipo.
El partido ya no era el de la primera mitad. Naressi probaba de lejos, pero casi no inquietaba a Bravo (80'). Borja Iglesias completaba la tanda de cambios béticos y suplía a Willian José. Si el Betis se dormía, los búlgaros aceleraban. Víctor Ruiz apagaba algún fuego (84'), pero nada de peso. El Panda pudo hacer el segundo en el tramo final, tras un buen pase de Edgar, pero su remate fue bloqueado en última instancia (89'). El partido acababa sin más, el Betis sellaba el primer puesto.
Esto pasa cuando se tiene al Mejor jugador del la Liga Española Nabil Fekir junto con Benzema.