Cualquier aficionado se quedaría con el golazo de Sabaly, con la calidad de Ayoze, con los detalles del pinturero Luiz Henrique, pero la verdadera razón del triunfo del Real Betis sobre el Rayo Vallecano tiene apellido español y acento argentino: Guido Rodríguez. Quien fuera que hace tiempo lo bautizara como GuiDios acertó de pleno. Como Dios, Guido está en todas partes y quiere seguir estando en Europa con su Betis. Este jueves se empecinó en mantener la mala racha del Rayo en el Villamarín ofreciendo un clínic de fútbol táctico y técnico.
Y Joaquín sigue siendo el Papa del reino de Manuel Pellegrini. Se retira porque quiere y este lunes se ha demostrado. Lo del récord es anécdota. Salió un rato y dio la asistencia perfecta para que el Panda Borja Iglesias terminara de afianzar las opciones europeas. Ambos fueron los comandantes de un Betis que ha resurgido como el Ave Fénix en busca de seguir conquistando territorios europeos.
La exhibición de clase, de pundonor, de orgullo, de garra de Guido Rodríguez es el mejor ejemplo del redivivo Betis. Estuvo a punto de coronar con un golazo que se escapó por poco al lado del palo de Dmitrevski. Guido fue el Dios omnipresente y omnipotente en el cielo de Pellegrini, quien está empeñado también en que los suyos sigan dando viajes por la comunidad europea. Al chileno no se le cae ni una viga de hormigón...no se le va a caer su Betis. Y ahí anda el hombre, sacándole brillo al legado que ha dejado Antonio Cordón antes de marcharse del club.
Sus fichajes, bastantes veces cuestionados, resultaron determinantes ante el Rayo Vallecano. No sólo Ayoze, autor del segundo gol y el punto de calidad que está permitiendo vivir sin el lesionado Fekir; sino también Luiz Henrique, cada vez más con criterio y peligroso que ojanesco; y Sabaly, un lateral aseado, más de derecha que la bandera de la Falange, que desatascó la lata con un golazo con la zurda que le quitó el hipo hasta a Joaquín en el banquillo.
Ramón Planes, recién llegado sustituto de Cordón, debe estar salivando mientras ve lo que está haciendo Pellegrini con los fichajes de su antecesor. Porque el técnico es como Camarón de la Isla, que te convertía cualquier letra en una obra de arte de la música. Está convirtiendo futbolistas buenos en buenísimos, medianos en buenos y malos en decentes. Y eso no está pagado para el trabajo de un director deportivo.
En cualquier caso, si tiene una tarea ahora el nuevo responsable del área deportiva es una básica: retener aún más tiempo a Guido o venderlo por una millonada que alivie la economía del club de Heliópolis y traer un relevo que Pellegrini pueda convertir en otro Dios o sucedáneo. El argentino sostuvo, una vez más, a este Betis feble en defensa y vistoso en ataque ante un Rayo Vallecano ídem. Con más sufrimiento del que debió tener tras una buena primera parte, el cuadro bético dio un paso de gigante para asegurar como mínimo un puesto en la Europa League. Y, con ello, dinero también para que Planes siga buscando dioses o semidioses que alumbren la religión de los béticos.
Guido es perfectamente jugador de un Real Madrid, Barcelona o París San Germaine, como lo fue Paredes o MASCHERANO en estos Equipos y por suerte lo estamos disfrutando nosotros.