Más de 600 kilómetros para ver por primera vez el Villamarín y despedir a Joaquín: “Ni he sacado el móvil, todo en el ojo”
Un hincha recorre más de 600 kilómetros para ver por primera vez un partido en el Benito Villamarín y coincide con la despedida de Joaquín. El aficionado viene de Valencia, y asegura que, aunque ha estado en Mestalla, lo que se encontró en el estadio verdiblanco no tiene nombre. Además, aseguró que no sacó el móvil y que prefirió ‘grabarlo’ con sus ojos. Un recuerdo, seguro, imborrable.
En el vídeo superior, el hincha bético que viajó desde Valencia para ver su primer partido en el Benito Villamarín y que se encontró con la despedida de Joaquín.
El adiós de una temporada
La última jornada de LaLiga siempre supone decir adiós. Adiós a los jugadores que tanto han dado por un club, adiós a un estadio, adiós a la categoría, adiós a los aficionados hasta la temporada siguiente. La última jornada de la 22/23 ha estado plagada de adioses. Benzema, Asensio, Hazard y Mariano se despidieron entre manteos en el Santiago Bernabéu desde la capital madrileña. Un encuentro que tuvo gestos preciosos por parte de los dos equipos.
En Valladolid, los pucelanos no consiguieron el gol necesario para quedarse en Primera División. El Estadio de Zorrilla consumó un doloroso ascenso en el que tras el pitido final todos los aficionados miraron al palco señalando a Ronaldo.
La despedida de Joaquín en el Benito Villamarín
En Sevilla era el día de Joaquín. Fue titular en su último partido en su estadio. El Benito Villamarín fue una fiesta. Se retiraba además ante el Valencia, equipo donde militó cinco temporadas y con quienes levantó una Copa del Rey. Como no podía ser de otra manera, el del Puerto la montó tras el partido. “Ha sido muy difícil y raro. He intentado por momentos tranquilizarme, pero los recuerdos me avasallaban todo el rato. Ha sido lo más difícil, cada vez que se gritaba mi nombre o capitán intentaba abstraerme un poco, pero era muy difícil. No se me ha dado nada bien esto de aguantar la compostura. Sobre todo, en la primera parte, que me he derrumbado por completo y pensaba ‘como sigan cantando voy a tener que parar’”.
Joaquín confesó que intentó seguir llorando con un par de cervezas encima, pero que ni por esas. El estadio entero salió con las emociones de flor de piel tras el encuentro tras un inolvidable adiós al Betis hasta la temporada que viene y con un adiós para siempre al eterno capitán.