Joaquín volvió solo al terreno de juego de madrugada para besar el césped del Benito Villamarín

Una hora después de que acabar el partido del Real Betis ante el Valencia en el Benito Villamarín, hora y media después del cambio de Joaquín Sánchez, el capitán regresaba el terreno de juego. La despedida más íntima del portuense que volvía, solo, descalzo y ya con las luces apagadas.

Apenas unos empleados y la familia quedaban en el verde. Joaquín, sin acompañante y ya duchado tras el partido, caminaba hasta el círculo central del Benito Villamarín. Allí se quedaba en silencio unos segundos, miraba la inmensidad de estadio y se santiguaba. Momentos de reflexión y de recuerdos.

Luego Joaquín, tal y como se ve en el vídeo de arriba, volvía para retirarse al interior de las instalaciones del Benito Villamarín. El adiós oficial de la leyenda bética tenía su particular despedida, tras la que le brindaba hora y media antes el estadio bocabajo ante su mito.

Un día soñado para Joaquín

El capitán del Betis, Joaquín Sánchez, destacó tras jugar su último partido como profesional a los 41 años, en el empate frente al Valencia (1-1), que "es un día especial, día muy bonito", pues ha estado con su "gente", su "familia, en el club" que se lo "dio todo", por lo que no puede "pedir más".

"Soy Joaquín gracias a ellos. Muchas emociones, muchos recuerdos… Un día muy bonito”, recalcó en declaraciones a Movistar+ el fino extremo de El Puerto de Santa María (Cádiz), quien no dejó de llorar durante todo el partido y, tras ser sustituido a los 60 minutos por Rodri, también en el banquillo y a la finalización del encuentro.

"Soy Joaquín el del Betis"

Para Joaquín, "ha sido un sueño hecho realidad, mucho mejor de lo esperado; no puedo pedir más”, y añadió sobre su familia, que lo ha visto jugar en el Benito Villamarín en su retirada como profesional y ante uno de sus antiguos equipos, que su gente "forma parte de esta historia", de lo que ha "vivido en estos veintitrés años".

"Gracias a ellos también soy Joaquín del Betis", aseveró el portuense, quien, cuestionado por sus lágrimas en muchos momentos de la noche, enfatizó que “ha sido todo muy de verdad, sensaciones encontradas cuando gritaban" su "nombre", aunque precisó que ha tratado de "controlar, pero no era fácil”.

El eterno capitán verdiblanco aprovechó, además, para mandarle un sentido mensaje al beticismo. “Me quedo con el cariño de todos mis seguidores. Voy a seguir al lado del Betis, siendo un bético más defendiendo este sentimiento”, aseguró.