El Real Betis salió derrotado por 1-0 en Glasgow ante el Rangers en la primera jornada de la fase de grupo de la Liga Europa, en un partido en el que empezó dominador pero en el que entró en letargo con el paso de los minutos, lo que hizo que el conjunto escocés le cogiera el aire hasta que logró el tanto de la victoria en el minuto 67 por mediación del senegalés Abdallah Sima.
Solo ese tanto hizo reaccionar al equipo español y a su banquillo, cuando el técnico chileno Manuel Pellegrini movió el banquillo para darle otras ideas al juego, lo que funcionó, pero sin el tiempo suficiente para que, al menos, llegara el empate.
Se presentó en Ibrox Park una buena oportunidad para que el Betis recompusiera su figura tras tambalearse el pasado sábado en el campo de Barcelona con el 5-0 encajado y para ello se midió a un Rangers, siempre potente como local pero que dista de aquel que con Steven Gerrard ganó la liga escocesa hace dos cursos y en 2022 llegó a la final de la Liga Europa y la perdió en los penaltis con el Eintracht de Fráncfort en el estadio del Sevilla, el Ramón Sánchez-Pizjuán.
El equipo de Pellegrini, pese al traspiés liguero, es el favorito para ser primero de grupo en su tercera participación consecutiva en la segunda competición continental, pero para ello debía demostrarlo en la cita, en principio, más complicada de esta fase. Y no lo hizo.
El Rangers planteó el partido como una oportunidad de recobrar la autoestima tras un arranque en la liga que está dejando mucho que desear. Tras el paso por vestuario llegaron los peores momentos para el equipo de Pellegrini, que en los primeros diez minutos de la reanudación no salió de su campo y en los que el croata Borna Barisic también pudo abrir el marcado en un libre directo que acabó con el balón estrellado en el larguero.
La lesión de Lawrence a la hora de partido, y su sustitución por el neerlandés Sam Lammers, pareció darle una tregua a la formación sevillana, pero la insistencia local tuvo su premio poco después con el tanto de Sima tras una gran parada de Bravo, una serie de rechaces e incluso la revisión del VAR por una posible mano. No obstante, los colegiados determinaron que esa mano no era determinante.
El técnico chileno, que no lo veía antes nada claro, ahora hizo ingresar al terreno de una tacada a Rodri, Willian José y Ayoze, mucha pólvora con la que mejorar a la que había aportado Ez Abde, Borja Iglesias y Luiz Henrique, y ello se notó al instante con un Betis que salió hacia el hacia el área rival.
Los verdiblancos, ahora sí, atosigaron al conjunto escocés y lo arrinconó en su área, pero el tiempo estuvo en su contra para evitar una derrota con la que no se esperaba en este inicio del torneo europeo.
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