Lopera, ingresado en la UCI: qué tiene y última hora

Manuel Ruiz de Lopera atraviesa un estado de salud delicado. El expresidente del Real Betis Balompié se encuentra ingresado en la UCI -unidad de cuidados intensivos- de un hospital sevillano, aquejado de unos problemas que ya acusó en 2017, cuando tuvo que ser asistido en el Virgen de Fátima por una obstrucción intestinal. Por aquel entonces le tuvieron que extirpar 50 centímetros de intestino, obligándole a suspender uno de los juicios pendientes con el club. Según ha avanzado Muchodeporte, esos problemas han remitido ahora y su estado ha vuelto a complicarse. ElDesmarque ha podido saber que fue el mismo empresario de 79 años quien, al no sentirse bien, acudió a la Clínica Santa Isabel para ser examinado, doliéndose de nuevo de diverculitis.

¿Cuál es la dolencia de Lopera?

Los divertículos, zona la cual le ha afectado al expresidente, son pequeñas bolsas o sacos abultados que se forman en la pared interna del intestino. La diverticulitis ocurre cuando estas bolsas se inflaman o infectan. En la mayoría de ocasiones, estas se encuentran en la parte inferior del intestino grueso -colon-, de ahí que en 2017 le extirpasen los centímetros citados.

Esta suele generar dolor abdominal intenso, fiebre, náuseas y un cambio marcado en los hábitos intestinales. Si los resultados del examen determinan que sea leve, se puede tratar con reposo y antibióticos. Por contra, podría requerir paso por quirófano, como en 2017. Habrá que esperar a su evolución.

Ya es pasado en el Betis

El Tribunal Supremo ratificó a finales del pasado octubre que Manuel Ruiz de Lopera no pagó la totalidad de las acciones que adquirió en el año 1992. Se cerraba así un capítulo negro de la historia del Real Betis, ratificando las sentencias dictadas por el Mercantil 1 y la Audiencia de Sevilla que declaraban la nulidad de la suscripción del paquete de 36.869 acciones del momento del proceso de conversión del club en Sociedad Anónima Deportiva.

Se determinó que el del Fontanal no adquirió el 31,38% del capital social del Betis con su dinero en 1992. Ahora, tras la Junta de Accionistas de diciembre, esas acciones quedaron destruidas para siempre.

La respuesta definitiva hizo que, entre otras cuestiones, el Betis deba abonar 4 millones de euros a Lopera, aplazados desde 2017 mientras se dilucidaba y que formaban parte del acuerdo alcanzado entre las partes aprobado por la gran mayoría de la Junta de Accionistas del Betis.