La historia de superación de Abel Bretones, el futbolista que se veía "cambiando bombillas"

De acuerdo a lo que avanzaba ElDesmarque, el Real Betis está cerca de concretar la llegada de Abel Bretones, lateral izquierdo que milita en el Real Oviedo, de Segunda División. La transacción, en caso de concretarse, rondaría una cantidad cercana a los 3 millones de su cláusula, un desembolso interesante por un futbolista del que en Heliópolis tienen muy buenos informes y que llegaría, en principio, con la vitola de suplente. Un jugador que se veía "cambiando bombillas" y no jugando al fútbol, pero un partidillo veraniego le cambió la vida. Aun habiendo pasado varios reveses, como una gravísima lesión o el fallecimiento de su hermano, el deporte le ha devuelto ahora lo que siempre soñó.

La vida de Abel Bretones cambió en año y medio

Abel Bretones dio sus primeros pasos jugando al fútbol sala, en su Langreo natal. En su etapa de benjamines firmó por el Alcázar, donde militó hasta cadetes, pero regresó otra vez al Langreo por un incidente que sufrió. Ahí llegó el primer revés de su vida. Le ocurrió cuando se puso a jugar una pachanga con unos amigos. Entonces se rompió la tibia y el peroné intentando armar el disparo."Fue una fractura, dolorosísima", llegó a contar. Tuvo que estar dos meses con escayola en verano y no tuvo la continuidad esperada. Este fue el motivo por el que volvió al Langreo.

Una vez recuperada la continuidad, no paró de crecer. En apeñas año y medio pasó de jugar en el equipo de su ciudad, el UP Langreo, en la cuarta división del fútbol nacional, a ser uno de los más destacados del Real Oviedo. Entre medias, un efímero paso por el filial carbayón. El Vetusta se hizo con sus servicios en enero de 2022 para ayudar al equipo al ascenso, que finalmente consiguió, y en un principio lo hacía para reforzar el extremo zurdo, aunque ahora esté reconvertido a lateral.

De la cuarta división, al fútbol profesional

Abel Bretones llegó en invierno y jugó ocho partidos en la segunda vuelta. Ese filial terminaría logrando el ascenso, aunque el partido decisivo no pudo jugarlo.  En la última semana de campeonato, días antes de esa final, el hermano de Abel, Teo Bretones, falleció de forma repentina en Edimburgo. Era 15 años mayor que el pretendido por el Real Betis, lo que supuso un cambio repentino para la familia: "Después de lo de mi hermano, la familia se ha venido a vivir a Mieres. Enol, mi otro sobrino, tiene dos años". El durísimo golpe sacudió también a sus compañeros, quienes pudieron lograr el triunfo decisivo y dedicarle el ascenso.

En verano, sin un futuro claro, Abel Bretones aprovechó la oportunidad de su vida. En ese momento, Jon Pérez Bolo, por entnces entrenador, lo llamó ante la falta de efectivos en el extremo zurdo. No tenía muchas más opciones y le hizo jugar en un partidillo veraniego contra el Avilés. Ese día logró asistencias... y ya no hubo quien lo parase. Se quedó en el primer equipo. El Real Oviedo lo renovó hasta 2026 y hoy es uno de los futbolistas más importantes del club. Le han pretendido los Red Bull, el Marsella y el Almería, pero es el Real Betis quien mejor está posicionado.

Un futbolista al que la vida le ha cambiado en apenas unos años. De la cuarta división del fútbol a rozar la élite continenta. Y es que ni siquiera él pensaba dedicarse a esto. "¿Dedicarme al fútbol? Nunca estuvo en mis planes, yo me veía cambiando bombillas", llegó a contar en una entrevista para La Nueva España. Ahora, un futuro muy distinto le espera.