Chimy Ávila prestó su ropa a Manuel Escribano para torear en la Maestranza

Insólito. La ropa del Chimy Ávila, sobre el albero de La Maestranza. El diestro sevillano Manuel Escribano salió a torear con prendas prestadas por el futbolista del Real Betis, amante confeso del toreo, después de ser operado sin anestesia general, a petición propia, de la cogida de "diez centímetros" en su pierna derecha y una fuerte contusión costal, según el parte médico, que le inferió el primer toro de la ganadería de Victorino Martín en la corrida que se celebra en la plaza de toros de Sevilla.

El torero de la localidad sevillana de Gerena fue cogido al lancear por el pitón derecho tras recibir a 'porta gayola' a su primer toro en la puerta de chiqueros y, tras ser trasladado a la enfermería, tuvo que ser operado en la enfermería de La Maestranza de una cornada grave, según informó un miembro de su cuadrilla a las cámaras de Onetoro.

Chimy Ávila prestó su ropa a Manuel Escribano

El diestro pidió expresamente ser intervenido sin anestesia general para salir a matar su segundo toro, lo que ha hecho después de dos horas en la enfermería y vistiendo unos pantalones vaqueros prestados por el futbolista Chimy Ávila en lugar de las taleguillas y sin la chaquetilla puesta.

El delantero argentino, amigo del diestro, comparó su "raza" con la de Escribano, quien terminó completando una gran faena cortando las dos orejas al último toro de la corrida: "Sí, la verdad que fue un susto del momento pero sabemos también lo que es Manuel, lo que representa en este mundo del toro, y bueno sabíamos que iba a tirar hacia adelante y tiene la raza igual que yo. Que la Macarena (ya la lleva tatuada) nos proteja para que Manuel haga una buena faena", comentaba.

Mientras Borja Jiménez mataba al quinto, Escribano esperaba impaciente en la puerta de la enfermería para salir. Y lo hacía acompañado por el futbolista argentino de Betis y gran aficionado a los toros Chimy Ávila, quien lo acompañó durante la intervención. El torero, con unos vaqueros prestados por el Chimy, se volvió a ir a la puerta de los chiqueros. Una faena de ensueño. Un Sábado de Pescaíto inédito.