Guilherme Fernandes, Mendy, Sierra, Vergaz, Alcázar, Mateo, Sorroche, Pablo García y Marcos Fernández son los nueve canteranos del Real Betis que se han desplazado hasta Austria para participar junto al primer equipo en esta concentración que expira el próximo sábado. Una oportunidad soñada para muchos de ellos, que buscan aprender, escuchar y dejarle claro a Manuel Pellegrini que pueden ser válidos en un futuro a corto o medio plazo.
Los medios del club, a través de un magnífico reportaje, han aprovechado la coyuntura para conocer un poco más a fondo a todos ellos. La mayoría de ellos se estrenan en una pretemporada y otros tantos repiten con Pellegrini, pero todos llegan con la ilusión del primer día. La premisa común es clara: escuchar, aprender y mejorar... pero con un sueño en común: debutar algún día con el primer equipo del Real Betis.
Ismael Sierra vuelve mucho más reforzado, después de cuajar gratas sensaciones en su cesión en Teruel. Por eso considera que "a veces hay momentos de salir, tener experiencias y volver menos reforzado. Al principio me costó entrar, porque llegué el último día de mercado, pero luego ya me metí en el once y no salí de ahí".
Ahora, regresa "al Betis con la ilusión de romperla aquí. Los compañeros del primer equipo nos tratan muy bien. Hay que aprovechar estas oportunidades al máximo para aprender", comentaba.
Muchas esperanzas hay depositadas en Nobel Mendy, todo un portento físico que ya sabe lo que es debutar con el primer equipo. El Real Betis ejecutó la opción de compra y ahora oposita a ganarse un hueco permanente a las órdenes de Manuel Pellegrini. Eso sí, con la ilusión de un canterano: "Estoy disfrutando de cada momento, es lo más importante, y trabajo cada momento para seguir así. Estoy muy contento".
Otra de las novedades es Álex Vergaz, quien espera aprovechar la oportunidad para "que se deje una buena imagen de mí". El jugador español es un central zurdo, de una planta portentosa, con notable técnica a la hora de sacar el balón y una sorprendente facilidad para sumarse al ataque -con acierto- en jugadas a balón parado. Cinco goles ha metido este curso. El defensa , natural de Cuenca, llegó a la capital hispalense hace cuatro años, cuando decidió apostar definitivamente por el fútbol. Tiene contrato hasta 2026.
Vergaz, nacido en el 2006, compaginaba el fútbol sala, llegando a ser uno de los más destacados de la selección manchega, con el deporte rey, pero la llamada del Real Betis le cambió la vida. Desde entonces no ha parado de crecer y quemar etapas. Sin ir más lejos, empezó el curso en el División de Honor, pero ya sabe lo que es debutar con el filial, el que será su hábitat natural en un futuro inmediato, y entrenar a las órdenes de Manuel Pellegrini. Como curiosidad, debutó en la selección española sub16 el mismo día que lo hizo Lamine Yamal, la joya más conocida de su generación.
Uno de los que repite es Ginés Sorroche, pieza clave para el ascenso del filial a Primera RFEF, y reforzado tras la que ha sido la mejor campaña de su vida: "Tanto nivel individual como a nivel colectivo diría que ha sido la mejor temporada que he hecho. El objetivo que se puso a principios de temporada, haberlo conseguido, da un plus de alegría. Este grupo ha sido muy grande".
39 goles en 31 partidos. 43 entre todas las competiciones. 17 años. Esos son los números de Pablo García, el máximo goleador español de la categoría juvenil. Ahora, se muestra con ambición por cumplir aquello que siempre soñó: "Mi sueño sería jugar donde sea con la camiseta de las trece barras en el pecho y si puede ser enchufar algún gol".
Hace unos años disfrutaba como aficionado la Copa del Rey, alentando a algunos de sus ídolos, como Nabil Fekir, William Carvalho, Marc Bartra o Borja Iglesias... Y ahora comparte vestuario con ellos. "Para mí es un orgullo estar con el primer equipo del club en el que llevo toda la vida jugando. Vengo a aprender mucho, a trabajar duro e intentar hacerlo lo mejor posible", comentaba.
Con humildad llegan también Marcos Fernández, quien busca mostrarse "y causar buenas impresiones" al igual que Mateo Flores, otra de las joyas de la cantera, que valora el hecho de "poder compartir campo y aprender de ellos es todo un regalo".
Llegar a un corral con tanto gallo nunca es un camino de rosas, aunque si algo destacan los canteranos es el trato de los más experimentados. "Es un espectáculo el grupo humano que tienen y cómo nos acogieron. Cualquier consejo de ellos debemos aprovecharlos como esponjas e intentar aprovecharlos", matizaba Lucas Alcázar.
Una serie de testimonios cargados de esperanzas, deseos y anhelos... pero con un sueño en común. Algo en lo que todos coinciden. "El sueño de debutar algún día en el Benito Villamarín".