Hablar de Jorge Molina es hablar, sin lugar a dudas, de una de las figuras más queridas en el Real Betis en los últimos años. El exjugador verdiblanco no olvida su paso por el Benito Villamarín y en cada una de sus entrevistas deja pequeñas pinceladas de los seis años que vivió en Sevilla.
En una extensa entrevista concedida a Relevo, Jorge Molina recuerda su paso por el Real Betis con muchísimo cariño y admite que excepto el año del descenso, que "sí fue complicado" todos los recuerdos verdiblancos son brillantes. "Creo que si me tuviera que quedar con algo igual te diría con ese primer ascenso, porque para mí significaba mucho. Significaba llegar a Primera división después de muchísimos años currando, aparte del ambiente que se vive en el Villamarín, que es un espectáculo. Entonces, un ascenso allí pues imagínate, la fiesta es brutal y lo que se vive son sensaciones que no olvidas en la vida. Me quedaría con ese primer momento a pesar de todas las cosas que viví después", cuenta.
Sin apenas relación con Manuel Ruiz de Lopera, a pesar de que fue el último fichaje del expresidente para el Betis, Jorge Molina sí recuerda con mucho cariño el último año en el que coincidió con Joaquín Sánchez: "Te puedes imaginar cualquier cosa, de verdad, cualquier cosa".
Sin embargo, el punta sí recuerda una divertida anécdota en la Feria de Sevilla con un pequeño. "No sé si has ido, pero allí las casetas están siempre llenas, no se puede estar y un padre: '¿Te puedes hacer una foto con mi hijo?' Un niño pequeño. Y yo: 'Pues sí, hombre, claro'. Lo cojo al niño y noté una calentor por aquí detrás -por el hombro izquierdo- y cuando hago así para ver, me hace así y me vomitó encima…", cuenta entre risas.
"Le di el niño al padre, me metí en el baño, no sé cómo estaba libre, porque eso es imposible que esté libre, pero la feria, la calor que hace, la de gente… Me tuve que ir a casa, y eso me la está recordando…, porque eso fue el primer año. Cada año que iba a la feria siempre veía a alguien que me lo decía", sentencia.