Dani Ceballos pudo volver al Betis del Real Madrid gratis

La vida deportiva de Dani Ceballos ha sido un volcán en las últimas semanas cuya erupción final ha sido la lesión de ayer ante el Real Betis, su club de origen y pretendiente este verano como casi todos. El Betis intentó su fichaje hasta que la negativa del Real Madrid terminó por abortarlo. El cuadro verdiblanco fue a por él y Lo Celso, como reconoció el propio presidente Ángel Haro, aunque al final se queda en el Bernabéu y sólo ha llegado el argentino. Pero no ha sido la única vez que se ha quedado a las puertas de traerlo de nuevo al Villamarín, ya que hace tres temporadas pudo volver gratis.

En ElDesmarque se ha ido retransmitiendo puntualmente la última hora de la posible llegada de Dani Ceballos al Betis en el cierre del mercado de verano de fichajes. Y el antecedente, nada lejano en el tiempo, estuvo cerca de hacerse realidad y en unas condiciones especialmente provechosas para la entidad heliopolitana.

Una cesión sin coste del Real Madrid al Betis

El mercado de fichajes resulta siempre imprevisible, especialmente cuando se acercan sus últimas horas. Y hace tres temporadas se dio una situación inesperada que pudo haber devuelto a Dani Ceballos al Betis sin coste para la entidad. El denominado mirlo blanco, elevado a la enésima potencia. El sueño de cualquier director deportivo. Por no hablar del entrenador.

El ya por entonces Betis de Pellegrini seguía manteniendo el interés latente por un futbolista de muchísima calidad formado en sus categorías inferiores y que cada verano sonaba como refuerzo posible. Cuando el periodo de fichajes alcanzaba sus últimas veinticuatro horas y en Villamarín hacía tiempo que se había ido la posibilidad del pensamiento, miembros de la comisión deportiva bética recibieron un ofrecimiento increíble: el Real Madrid ofrecía la opción de una cesión de Dani Ceballos asumiendo por completo su alta ficha, de lejos fuera del alcance de aquel Betis. Y, por lo visto, del de ahora.

La explicación del increíble ofrecimiento

El ofrecimiento tenía un sentido: al Real Madrid se le había puesto a tiro a última hora un jugador de máximo nivel y necesitaba por todos los medios liberar una ficha para amarrar su incorporación antes del inminente cierre del mercado de fichajes, al que apenas restaba menos de un día. La entidad de Concha Espina eligió a Dani Ceballos, que tenía dos años más de contrato (antes de la última renovación) y apenas contaba para Zidane, quien acababa de dejar su puesto en el banquillo a Ancelotti.

El Betis, lógicamente, también tenía ya cerrada su plantilla sin fichas libres, aunque los directivos béticos saltaron de sus sillas ante tal posibilidad. Había que buscar una ficha libre como fuera, y obviamente una que no fuera especialmente alta y no descerrajara el armazón de juego que ya tan buenos resultados le estaba dando a Manuel Pellegrini.

La opción de ceder a Joel Robles

Entonces el Betis pensó en la opción de Joel Robles, tercer portero tras Rui Silva y Claudio Bravo. El madrileño no tenía una ficha demasiado alta, mucha competencia en la portería bética y, sin embargo, podía contar con mercado para la reforzar esa demarcación en otro equipo. Sólo había que encontrar con celeridad un equipo que se llevara al guardameta sin tener que pagar su contrato y lógicamente que contara con ficha libre. El cuadro bético movió sus hilos, aunque Antonio Cordón no fue capaz de encontrarle acomodo a Joel Robles para dejar libre una ficha para Dani Ceballos.

El centrocampista utrerano, bético confeso, no ha dejado de seguir lanzando guiños al Real Betis, aunque quizá aquel pasaje puede explicar la desconfianza que siempre ha podido mostrar sobre su llegada real al cuadro verdiblanco. Las veleidades de los recovecos del fútbol han hecho que, tras frustrarse una vez más su vuelta a Villamarín, volviera a la titularidad ante los de Pellegrini y acabara lesionado.