Bellerín: "Me como mil mierdas por posicionarme"

Que Héctor Bellerín no es un futbolista que representa los clichés habituales de este mundillo es algo que salta a la vista. El lateral catalán del Real Betis Balompié es un hombre comprometido, que tiene claro su punto de vista en numerosos asuntos que procupan a la sociedad y que, sobre todo, no tiene miedo a exponerlo públicamente.

Sin embargo, eso no siempre le ha servido para obtener la aprobación de los demás, y en no pocas ocasiones le ha generado episodios desagradables. Tanto en el día a día, como en las redes sociales, como en los propios estadios.

Bellerín es un hombre que, además, se siente muy cercano a la moda, y por ello ha creado en Barcelona Gospel Estudios, una nueva firma de prensas.. “He querido mostrar muchas veces rasgos de mi identidad a través de cómo me vestía. Con 10 años quería ser 50 Cent y me ponía prendas de su estilo. En Londres fue algo que exploté”, ha indicado en una entrevista concedida a El País, en la que promociona su marca, con unas prendas que van de los 118 a los 530 euros. “Aún tenemos que afianzarnos. Creemos que nuestro mensaje ayuda. También buscamos colaborar con otras marcas éticas que, por ejemplo, tengan excedentes y podamos producir con ellos. Queremos que la prenda tenga varias vidas”, defiende Bellerín.

Más allá de la ropa, el jugador del Betis volvió a pronunciarse sobre su compromiso con la igualdad entre el fútbol masculino y el femenino, reconociendo que no es fácil recibir comentarios por posicionarse, pero que tampoco va a dejar de hacerlo. “Sé que a día de hoy no generamos lo mismo, pero si no se invierte en el femenino nunca va a llegar a equipararse. Parece que queremos igualdad en todo menos en el fútbol”.

“Me como mil mierdas por posicionarme. No posicionarse es un posicionamiento. Me gustaría que hubiera más educación y libertad en el fútbol. En España no existe esa libertad para que tres, cuatro jugadores demos nuestra opinión. Siempre somos a los que nos persiguen. El mundo del fútbol es un mundo de machos, parece que están esperando a que tú digas algo y montar un circo”, añadía Bellerín.

El lateral verdiblanco tocó más temas relacionados con esta forma de ver la vida.

El futuro tras el fútbol. “Quiero exprimir al máximo los años del fútbol, pero también siento ilusión y miedo. Mi psicóloga me llama ilujonado, que es ilusionado y acojonado a la vez. Es un final que va a ser también un principio”.

Su círculo. “Mis amigos me permiten ser vulnerable y, a la vez, fuerte. Me gusta generar vínculos reales. Pasar tiempo de calidad con amigos, pareja y familia, pero también ayudar a la gente de mi barrio. Tengo amigos futbolistas, pero también artistas, ingenieros, trabajadores sociales… Eso me acerca a la realidad social de España. Para mí es esencial que todo el mundo pueda comer tres veces al día, tenga un techo digno y un salario justo. Tengo un montón de amigos a los que les cuesta tener un trabajo y poder vivir solos en un piso de alquiler. La mayoría tienen 30 años o más y están compartiendo pisos o pidiendo ayuda a sus familiares. Eso es una auténtica locura”.

Las redes y la violencia. “Mi realidad es lo que dicen de mí mis amigos, mi madre o mi pareja. En las redes se crea una violencia que antes no existía. Antes la manera de comunicarte era con una persona cara a cara y había cosas que no decías porque te partían la boca”.

El auge de la ultraderecha. “Es un movimiento que tiene el foco en hombres jóvenes, chavales en los momentos más vulnerables de sus vidas, donde tienen problemas y forman su personalidad. Buscan su identidad y vienen a decirles que tienen que ser más machos, que la mujer es menos que el hombre, que tienen que separarse de sus amigos, enfocarse en sí mismos y hacer no sé cuántas flexiones para ser ricos… ¿Qué es esa puta mierda? Lo temo no solo por sus votos, sino porque son hombres a los que se les está haciendo muchísimo daño. Se están cargando a muchos de estos chavales. Una vez se entra en esa espiral, es muy difícil salir”.