El delantero del Barcelona Leo Messi fue decisivo en el Clásico ante el Real Madrid, con dos goles que terminaron con una provocación del argentino al Santiago Bernabéu retando a la grada mientras mostraba su dorsal.
Con empate a dos en el marcador, Sergi Roberto tiró una contra que terminó con un pase atrás de Jordi Alba para que Leo colocara la pelota fuera del alcance de Keylor Navas e hiciera el definitivo 2-3 con el que el Barça daba emoción a LaLiga Santander. Después, se quitó la camiseta y se colocó enfrente de la grada norte del Santiago Bernabéu mirando desafiantemente a la grada blanca con la camiseta en sus manos.
Una provocación que recuerda a otros malos gestos de Leo con la grada del estadio blanco, como cuando soltó un pelotazo hacia la afición madridista sin balón en juego o en otra ocasión, durante la 2009/10, cuando corrió mirando a la grada mientras se sujetaba el escudo culé.
Jugadores de la plantilla blanca como Cristiano Ronaldo o Dani Carvajal han sido ampliamente criticados por gestos en el Camp Nou similares al de Messi, y sin embargo, la foto del argentino retando al público madridista, ha sido considerada incluso icónica en muchos sectores.