Como si fuera la última vez
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Llegó el día. El primero de los últimos en busca de un complicado título liguero. Con el FC Barcelona a una enorme distancia en forma de puntos, el Real Madrid afronta este sábado en el Ciutat de Valencia (20.45 horas) la que será su primera final de aquí a mayo. Zidane cuenta con la esperanza -o al menos la vende- y sabe que este fin de semana se jugará como si fuera la última vez.
"El primer año también estábamos así. Tuvimos semanas para trabajar, para echar gasolina, trabajamos bien y acabamos de forma excelente. Vosotros (por la prensa) habláis de un único título, la Champions League, pero esto no está ni mucho menos sentenciado: LaLiga Santander no está sentenciada". Así se expresaba el preparador francés este viernes ante los medios de comunicación en una clara muestra de épica y demostración de ímpetu blanco, ímpetu de campeón. La relación entre el escudo blanco y LaLiga Santander no es nueva: 33 títulos ligueros están en las vitrinas blancas y Zidane quiere seguir sumando títulos.
Así, como si de la última vez se tratase, los pupilos de exfutbolista saltarán al Ciutat de Valencia, escudados por la racha de Cristiano Ronaldo en el escenario -el jugador que más goles ha marcado allí sólo por detrás de Messi-, en busca de una victoria que meta presión al líder de la categoría, el Barça.
El 'pique de los Gerard', como esperanza
Aunque la distancia parece eterna, los de Ernesto Valverde afrontarán un nuevo derbi catalán en el RCDE Stadium, escenario en el que hace algunas semanas sufrieron una dolorosa derrota (1-0) en Copa del Rey. Al pasado reciente, se suma un tenso ambiente creado entre ambos equipos provocado por las últimas declaraciones de Gerard Piqué -"Siempre que venimos aquí es difícil, ya sabemos lo que es jugar en el estadio del Espanyol de Cornellá"- y la reciente respuesta de Gerard Moreno: "El que tenga dudas de dónde se forjó este equipo, que lo mire en el escudo, que se ve muy claro".
Ahí radica la principal esperanza de Zidane. La búsqueda del pique interno que pueda distraer del objetivo al equipo culé. Ahí radica el sueño de levantar un título que, a día de hoy, parece imposible.
Pero antes, el Real Madrid saltará al Ciutat como si fuese la última vez. Una primera final.