Miguel Ángel MorenoSan Petersburgo, 12 jun .- La llegada del seleccionador español Julen Lopetegui al banquillo del Real Madrid tras el Mundial de Rusia tendrá un efecto directo en el centrocampista brasileño Carlos Henrique Casemiro, que volverá a encontrarse con el entrenador que le hizo dar un salto de calidad.
Casemiro se ha convertido en las últimas tres temporadas en los cimientos del club blanco, la clave de bóveda que sujeta la creatividad de centrocampistas como el croata Luka Modric o el alemán Toni Kroos y lanza a la delantera blanca encabezada por el portugués Cristiano Ronaldo. En el origen de eso, estuvo Lopetegui.
El entrenador guipuzcoano, cuyo futuro en el Real Madrid tras este Mundial ha sido desvelado por el club blanco este mismo martes, contará además de con los internacionales españoles a los que tan bien conoce, con un Casemiro al que convirtió en quien es hoy durante su etapa en el Oporto portugués.
El mediocentro de San José dos Campos, formado en el Sao Paulo con el que fue campeón de la Copa Sudamericana en 2012, así como campeón mundial sub-20 con Brasil, llegó al Real Madrid como cedido en enero de 2013, cuando ya acumulaba un centenar de encuentros con la entidad paulista.
En el club blanco comenzó jugando con el filial y llegó a debutar de la mano del portugués José Mourinho al final de esa temporada. A la siguiente, con el italiano Carlo Ancelotti al mando del primer plantel, tuvo un buen arranque de pretemporada pero luego se fue quedando como una alternativa.
Disputó 12 partidos ligueros, seis de la Liga de Campeones y siete en la Copa del Rey en una medular en la que luchaban por los mismos puestos jugadores de la talla de Xabi Alonso, el croata Luka Modric, el alemán Sami Khedira y Asier Illarramendi. A ellos se unió el alemán Toni Kroos en el verano de 2014.
El club blanco y el centrocampista paulista decidieron que lo mejor era buscar minutos y de calidad en otro club. Y encontraron en el ilusionante proyecto del Oporto 2014-15 el lugar indicado.
Dirigía aquel equipo Julen Lopetegui, con mimbres en los que había varios futbolistas cedidos y cargados de futuro, como el extremo barcelonista Christian Tello, el creativo jugador del Atlético Óliver Torres o el centrocampista José Campaña (Sampdoria).
Junto a ellos, nombres contrastados como el delantero colombiano Jackson Martínez o el extremo luso Ricardo Quaresma. y jugadores que darían el salto esa temporada como los brasileños Danilo y Álex Sandro o el argelino Yacine Brahimi.
Con este conjunto, Lopetegui puso al Oporto en los cuartos de final de la Liga de Campeones, en la que dominó su grupo, apeó en octavos al Basilea suizo y solo le alejó de las semifinales el Bayern Múnich alemán.
En aquel equipo Casemiro era el dueño del pivote, el encargado de barrer la zona ancha e iniciar la construcción del juego junto al mexicano Héctor Herrera. No solo un futbolista de lucha, también uno de organización, posesión y ataque. Disputó 41 partidos entre todas las competiciones y anotó cinco goles.
El Real Madrid, dirigido al inicio de la siguiente temporada por Rafa Benítez, no dudó en recuperarlo, aún con las reticencias del conjunto portugués, que exigió ejercer su derecho a compra del jugador y requirió una compensación.
Con Benítez, y especialmente con el francés Zinedine Zidane, la labor de Casemiro se ha convertido en fundamental. En tres temporadas su participación ha ido creciendo de forma continua: 35 partidos oficiales en la campaña 2015-16, 42 durante la 2016-17 y 48 la pasada campaña.
Ese protagonismo no pasa desapercibido para el seleccionador brasileño Adenor Leonardo Bacchi 'Tite', que tiene a Casemiro como un fijo en la sala de máquinas junto al barcelonista Paulinho, en el esquema con el que pretende conquistar el Mundial en Brasil.
"El jugador que marca la diferencia en Brasil es Casemiro, él le da equilibrio al juego de la selección porque es el jugador que permite que Marcelo, Neymar y los jugadores alegres tengan mayor libertad", aseguró en una entrevista con EFE el exseleccionador brasileño Luiz Felipe Scolari.
Una vez la 'canarinha' concluya su participación en Rusia y Lopetegui haga lo propio con 'la Roja', ambas con la ambición de llegar hasta el 15 de julio y proclamarse campeonas, Casemiro y Lopetegui se volverán a encontrar. No en Rusia, ni en Oporto, sino en Madrid, donde el técnico ya tiene un cimiento en el centro del campo que moldeó él mismo en la liga portuguesa.