El Real Madrid superó este miércoles al Leganés en el estadio Santiago Bernabéu. El conjunto blanco se impuso en la ida del encuentro de octavos de final de la Copa del Rey a los pèpineros y da un paso importante hacia los cuartos de final de la competición.
El conjunto madridista fue de nuevo local, como en LaLiga Santander ante la Real Sociedad, y su feudo, temible en tantas ocasiones, de nuevo volvió a mostrar un aspecto desangelado.
De un aforo total de más de 80.000 espectadores, el estadio madridista sólo fue ocupado por algo más de 44.000. Cierto es que el encuentro se jugó en día laborable, que el frío azota Madrid y que el rival no era el más atractivo para la afición blanca, pero ante el cuadro vasco el pasado domingo, la cifra no fue mucho mejor (alrededor de 53.000 espectadores).
Lo que está fuera de toda duda es que el Bernabéu sigue vaciándose poco a poco a la vez que el Real Madrid ofrece dudas por su juego, pero que a nadie se le olvide que este equipo está más que vivo en todas las competiciones que disputa.
A diez puntos del líder -remontadas iguales o más épicas se han visto- en los octavos de la Champions y con un pie en cuartos de la Copa del Rey este equipo aún tiene mucho que decir y si algo nos ha enseñado la historia es que hablamos de un equipo que ha hecho historia en innumerables ocasiones. ¿Quién dice que 2019 no será otro año para el recuerdo?
Para colmo, el cuadro blanco ha incorporado savia nueva a su proyecto. No sólo me refiero a Brahim Díaz -que debutó este miércoles-, sino a un Vinicius que en los últimos cuatro días ha dejado una sensaciones muy buenas. Ante el Leganés, asistió y marcó.
Aviso a navegantes: llenen el Bernabéu. En mayo quizás ya no haya sitio disponible.