Roberto Morales
Madrid, 14 ene .- El Real Madrid venció al Real Betis en el Benito Villamarín gracias a la personalidad de Dani Ceballos, una revolución de la que salió vencedor Santi Solari, con un triunfo sin posesión, añorando la influencia de Karim Benzema y con el encomiable esfuerzo de Vinicius.
Las claves del triunfo madridista fueron:
1. La personalidad de Ceballos
Había sido suplente en un día especial para él por el regreso a la que fue su casa, el Benito Villamarín. El recibimiento fue hostil y jugó con sentimientos encontrados ante el dolor que le causaron los silbidos y el rechazo de su antigua afición. Nada le impidió dar un paso al frente en un momento clave del partido, a dos minutos del final, con una falta al borde del área que pidió al capitán Sergio Ramos mostrando personalidad. Lo habían hablado. Conocían perfectamente de la selección a Pau. Estaba convencido de hacer gol antes de chutar y se convirtió en el héroe del partido dando tres puntos muy peleados al Real Madrid.
2. Revolución de Solari de la que salió ganador
Se la jugó Solari con decisiones que le habrían pasado factura en caso de no ganar el partido. Con la plaga de bajas que sufría, hasta ocho, decidió dejar sin minutos a Marcelo, por su estado físico, y a Isco Alarcón, en el capítulo definitivo de una ruptura con difícil arreglo. Apostó por cambiar el dibujo táctico, pasando a línea de cinco en defensa con tres centrales. Modificó la identidad de su equipo, que pasó a defender mejor, no tener despistes que le costaban caros y conceder muy pocas ocasiones al rival. Desde la firmeza defensiva creyó en sus opciones de aprovechar alguna ocasión. Lo hizo con Modric, perdonó la más clara Valverde y sentenció a balón parado Ceballos. El físico mejoró y el sacrificio de un equipo unido ante la adversidad.
3. La lesión de Benzema
Era el único integrante del tridente ofensivo del Real Madrid que estaba sobre el césped y se tuvo que retirar en el descanso. Un pisotón involuntario le fracturó el dedo meñique de su mano derecha. Le fue imposible continuar y el Real Madrid perdió a su referencia. Hasta ese momento había sido clave fijando defensas rivales, pidiendo el balón, manteniéndolo y jugándolo con calidad, dejando movimientos inteligentes que dieron sentido a los pocos momentos de posesión y de fase ofensiva madridista. Sin nadie ofensivo de la primera plantilla en el banquillo Solari recurrió al canterano Cristo y su poder de influencia en el juego no fue el mismo. Lo acusó el conjunto madridista en el segundo acto, encerrado en su terreno de juego e incrementando el grado de sufrimiento ante los intentos béticos.
4. El esfuerzo de Vinicius
Lanzado en su momento en el Real Madrid tras meses preparándose para ello, nada frena al brasileño. Le dio igual que llegase muy justo al partido por una gripe que le impidió entrenar los dos últimos días. Se esperaba que jugase una parte y acabó disputando el partido entero, con Solari entregándole la responsabilidad en ataque y Vinicius respondiendo con actitud siempre, acciones en las que siempre buscó el gol aunque le faltase puntería. El ataque con el que acabó buscando el triunfo tras ser empatado, Vinicius-Brahim-Cristo, plasma el momento por el que atraviesa una plantilla atacada por las lesiones.
5. Triunfo sin posesión
El cambio de imagen del Real Madrid le alejó de una característica de sus últimos años, el gusto por tener el balón. Desde hace ocho años ante el Barcelona de Pep Guardiola, no perdía por tanta diferencia la posesión del balón con un rival. Tan solo tuvo un 26%, se defendió más que atacó y el gran mérito fue que salió vencedor del duelo conquistando tres puntos muy importantes en su lucha por no quedar definitivamente descolgado de la pelea de la cabeza. Descartado Isco, jugador que habría cambiado el panorama y podría dar más tranquilidad durmiendo el balón con su calidad cuando el Real Madrid ganaba, apenas Luka Modric, siempre encimado por varios rivales, fue capaz de retener el esférico hasta la ayuda en los minutos finales de Ceballos. La idea de Solari fue otra, ser vertical y directo. Le salió bien.