"La idea es jugar este primer partido con muchos huevos". Son declaraciones de Santiago Solari el pasado 30 de octubre, en su primera rueda de prensa previa a un partido como entrenador del primer equipo del Real Madrid. Aquel día, poco más de cuatro meses atrás, todo se reducía a los "huevos". Unos huevos -un carácter- que han caracterizado al conjunto blanco durante toda su historia. Una cualidad que se ha convertido en intrínseca para el mejor club del Siglo XX, que ha llegado a ser su alma y que, como si de la propia muerte se tratase, Solari se ha encargado de arrebatar. Porque cuando al Real Madrid le fallaba el juego, la suerte o las fuerzas, ese aura y ese gen ganador siempre aparecía para conseguir verdaderos hitos a partir de la épica.
Hacía años que el Real Madrid no daba tanta vergüenza para su aficionado sobre un terreno de juego. Hay que remontarse a la época en la que el cuadro de la capital española caía en octavos de Champions League ante el Olympique de Lyon, la época en la que Anfield gozaba con el Liverpool endosándole un 4-0 al Real Madrid como si de un equipo amateur se tratase, la época en la que el Camp Nou se frotaba las manos cada vez que el equipo de Chamartín visitaba la casa blaugrana... La época, hay que decirlo, en la que el madridismo lloraba cuando su escudo daba bandazos por Europa y apenas Iker Casillas mostraba el nivel a la altura de tal entidad.
Varios años y muchos títulos después, el Real Madrid ha vuelto a completar un ridículo histórico en Europa. En sus 117 años -los cumple este 6 de marzo-, pocas veces ha sido tan maniatado y ridiculizado por un equipo tan inferior. Porque la derrota este martes en el Santiago Bernabéu no es un tropiezo más. Porque aunque en el fútbol, como decía Àxel Torres, perder es lo normal, el Real Madrid siempre ha sido la excepción. Y dentro de esa anormalidad que debe suponer para esta institución caer derrotado, este 3-5 en el global quedará para la historia.
En una semana en la que el propio Solari se ha empeñado en darse a sí mismo la puntilla, el vigente campeón de Europa ha caído eliminado en la Copa del Rey, ha visto cómo se le escapaban sus escasas opciones de salir campeón en LaLiga Santander y ha sufrido un doloroso repaso del Ajax de Ámsterdam. Y es necesario pararse aquí. Courtois, Carvajal, Varane, Kroos, Modric, Benzema, Bale... Jugadores que son -o que se presupone que son- TOP mundial han sido vapuleados por un equipo que no supera ni en presupuesto ni en calidad a estos nombres. Pero aquí se aloja una de las cuestiones principales: la plantilla del Real Madrid se ha reducido a simples nombres. El Ajax ha querido, ha creído y lo ha conseguido. Y el Madrid ha visto cómo le pasaba por su lado un Fórmula 1 joven y con toda la ambición que a los de Solari les falta.
Capítulo aparte, casi un libro entero, merece el 'Caso Isco'. Nadie puede discutir la calidad del malagueño ni su papel fundamental en los éxitos cosechados a lo largo de todos estos años por su equipo. Para Solari, como puede serlo para cualquier otro entrenador, la calidad no era suficiente. Hasta aquí, todo correcto. A los técnicos se les paga para tomar decisiones. El quid de la cuestión aparece cuando el ex del Málaga no ha demostrado en ninguna de sus últimas y escasas participaciones sobre el terreno de juego estar a un nivel peor o inferior al del resto de los compañeros con los que comparte posición. Sin ir más lejos, el pasado sábado fue de lo poco reseñable en clave positiva de un equipo que no supo plantar cara al FC Barcelona. Pues en la vuelta de los octavos de final tampoco ha querido contar con él Solari; ni como titular ni como suplente. Una decisión especialmente chocante si, además, tenemos en cuenta que está en juego la salida del club español de uno de los mayores talentos que existe en el panorama internacional.
El ciclo exitoso del Real Madrid se ha acabado. Han sido años bonitos, inimaginables para el aficionado blanco. Una etapa de dominio en Europa que será difícil de igualar para el resto de equipos. Un punto y final que podía presagiarse con la marcha de Zidane y Cristiano, más aún con la destitución de Lopetegui, pero que Solari se ha encargado de acelerar a la par que desaprovechaba la oportunidad de su vida. Ahora, Florentino Pérez tendrá que tomar decisiones y, por el bien del madridismo, resolver la continuidad de Isco debe ser una de las primordiales. Se acabó la historia de ensueño blanca.
No estoy para nada de acuerdo en el máximo responsable. Los equipos son equipos.... Si tuviera que dar un máximo responsable seria Florentino Pérez por su gestión en un par de años en el que no ha gestionado bien a su equipo dejando marchar jugadores contrastados por jugadores "promesa" que me parece genial pero el equipo debería haber sido renovado con algún jugador de más presente... Pues se había marchado el mejor goleador de su historia. Caso aparte algunos jugadores a los que les ha faltado ambición y no han estado a la altura... (algunos de ellos sin dar ese paso adelante que se Le presuponía). Por otro lado hablar del. Presupuesto de un equipo es una anécdota más... Cuando nos referimos a un equipo joven con mucha proyección... El presupuesto no es siempre reflejo de la calidad de un equipo...Juegan bien y tienen calidad. En el fútbol como en la vida se debe caer para poder levantarse... Pero no creo en absoluto que Solari haya sido el máximo responsable. Un saludo
No vengan a inventar y creer en dioses. Isco la salvación? Jajajajajaja. Isco tiene talento pero no más que James o Modric. Digan la verdad sacaron a James, se fue Ronaldo y otros más y no buscaron reemplazo alguno Solari tiene culpa pero Madrid estaba en estado crítico desde inicios de temporada. Solari le dio un aire recuerdan que posición estaba en la liga cuando llegó Solari? Dejen de llevarse por críticas y emociones. Sean objetivos periodistas mediocres