No vamos a engañar a nadie: la temporada del Real Madrid ha sido mala. Muy mala. Nefasta. Horrible en LaLiga Santander, donde se dejó ir un año más a las primeras de cambio con Julen Lopetegui cesado de su puesto. Horrible en la Champions League, donde se cosecharon los dos peores resultados de la historia del Bernabéu y donde el Ajax sonrojó al equipo de Santiago Solari. Y horrible en la Copa del Rey, que no le interesa a nadie salvo si la ganas y que duele aún más al caer a manos del Barcelona.
Pero en todo este curso, que parece hacerse eterno y no tener fin para el Real Madrid, hay una buena noticia. Se llama Karim Benzema, que la temporada pasada fue uno de los grandes señalados por su baja cifra de goles y este año, por contra, se ha encargado de dar alguna que otra alegría a sus aficionados. El francés se lo tomó en serio desde el inicio, sabiendo que alguien tenía que tomar el relevo de Cristiano. No ha marcado (ni marcará nunca) los 50 goles que hacía el portugués, pero ya lleva 30 goles esta temporada.
De hecho, Benzema ha marcado los ocho últimos tantos del Real Madrid. Los tres ante el Athletic, el gol al Leganés, los dos ante el Eibar, el de Valencia y el de Huesca. Y ante esto surge una pregunta: ¿qué habría sido del Real Madrid si no hubiera tenido a Benzema?
Conviene recordar que en muchos sectores del Santiago Bernabéu se ha criticado, y mucho, al francés. ¿Se imaginan que tras la salida de Cristiano también se hubiera ido Benzema? O, simplemente, ¿se imaginan que Benzema repite los paupérrimos números que tuvo el curso pasado?
Es difícil empeorar una temporada como la que está haciendo el Real Madrid, sin objetivos ni ningún anhelo ya desde el mes de marzo. Pero si hay alguien que pone un mínimo de luz en el camino, ese es Benzema, que se despachó a su antojo del Athletic con un hat-trick en un partido que iba encaminado a un sueño entero. Quien quiera subirse al carro, está a tiempo: esto aún podría haber sido peor de no ser por Benzema.