Gareth Bale, jugador del Real Madrid, continúa contando horas para marcharse a la Superliga China. Su operación continúa 'atascada' y Zinedine Zidane, tal y como mostró en su última comparecencia pública, empieza a estar cansado de la situación. Sin embargo, su nombre y su situación, no sólo afecta a su entrenador, sino que podría 'empujar' a Pogba.
Tras la incorporación de nombres tan importantes como Eden Hazard, Mendy o Luka Jovic, el Real Madrid no sólo ha debilitado sus arcas -que son bien fuertes- sino que además roza el límite salarial impuesto por LaLiga, algo que le evita de forma directa acometer nuevos fichajes. La salida de Bale, clave.
Con hombres sobrantes en su posición y sin la necesidad urgente de incorporar nuevos fichajes para el ataque, la prioridad blanca se ha centrado en el centro del campo y ahí aparece, como es evidente, Paul Pogba en la pole.
¿La razón? El sueldo del centrocampista del Manchester United. Actualmente Gareth Bale es el jugador mejor pagado del plantel y la liberación de su sueldo permitiría ofrecerle un importante contrato a Pogba para que, al fin, Zidane contase con su último gran deseo.
Su salida abrirá una nueva incógnita en el en el mercado de fichajes y Florentino Pérez, máximo mandatario blanco, deberá decidir si desea incorporar a un nuevo hombre para su plantel.
Con Vinícius Jr, Rodrygo, Karim Benzema, Luka Jovic y Eden Hazard como fijos en el ataque además de la dudosa continuidad de hombres como Lucas Vázquez, Brahim Díaz o Marco Asensio, el presidente blanco y Zinedine Zidane deberán tomar una importante responsabilidad: nuevas oportunidades o nuevos nombres.
Además de los nombrados, Zinedine Zidane cuenta con Borja Mayoral y Mariano Díaz en su equipo, que aún no han abandonado los entrenamientos, aunque su continuidad parece altamente improbable.
Con dicho esquema, los dos máximos responsables de la plantilla blanca deberán decidir si buscar en el mercado un nombre de ilusión -o incluso soñar con Kylian Mbappé o Neymar Jr- o seguir dando oportunidades a Isco en la zona atacante, a Lucas Vázquez o a Marco Asensio, que aún sigue buscando su mejor versión.
El retorno de Zidane al banquillo, a pesar de un inicio juntos, prometía acabar con la historia de Gareth Bale en el Real Madrid y tras idas y venidas, como la de aquella tarde en Vallecas, sus días como blanco están muy cerca de terminar.
Un Clásico, una lesión, una final de Champions y una relación que jamás se olvidará en el Santiago Bernabéu. Ni Florentino Pérez, el todopoderoso, pudo reconciliar a su entrenador y a la que fue su estrella.