Keylor Navas se marcha del Real Madrid dejando su nombre escrito en la historia del club, para siempre el portero de las tres Champions consecutivas, una gesta que logró tras cumplir en el difícil papel de sustituto de la leyenda Iker Casillas y respondiendo siempre ante la duda constante.
Punto y final a cinco años que colocan a Keylor Navas entre los porteros más laureados de la historia del Real Madrid. Cinco años de exigencia, un examen continuo, debates eternos. Una aventura que pudo acabar antes, cuando estuvo subido en un avión para partir hacia el Manchester United a cambio de David de Gea. En la que el portero costarricense siempre dejó un comportamiento ejemplar y acabó consiguiendo el premio en el terreno de juego.
Si algo acompañó a Navas en el Real Madrid fueron los continuos rumores de la llegada de competencia de altura. Como si su rendimiento nunca fuese suficiente. Zidane dio la cara por él, hasta el punto de frenar unas negociaciones cerradas con Kepa Arrizabalaga. Llegaba la tercera Copa de Europa consecutiva, en la que pasó de un fallo ante la Juventus a ser salvador frente al Bayern Múnich en semifinales. El Liverpool era la víctima en Kiev.
Se marcha tras jugar 162 partidos, en los que encajó 159 tantos, y después de ganar junto a las tres Ligas de Campeones, una Liga, cuatro Mundiales de Clubes, tres Supercopas de Europa y una Supercopa de España. Siendo el séptimo portero con más encuentros en el Real Madrid. Ganar una nueva 'Champions' es su sueño, con el poderoso PSG.
Y llega a la capital parisina como el gran amuleto. El meta tico no ha perdido ninguna de las nueves eliminatorias que ha disputado en la Champions League (ni las tres finales).
Un ganador que sabe el camino para hacer cumplir el sueño de un club que la persigue sin éxito. Las cosas del fútbol provocan que su primer partido en competición europea sea ante el Real Madrid, el próximo 18 de septiembre, y le regalará la despedida calurosa que merece del madridismo el 26 de noviembre en el Santiago Bernabéu.