El ambiente está revuelto en el Real Madrid. El regreso de Zinedine Zidane al banquillo merengue no ha dado el resultado que se esperaba en Chamartín. El técnico galo está en el punto de mira. Y no solo él. Su ayudante David Bettoni también está en entredicho.
Cuanto el técnico cogió de nuevo las riendas del equipo después de que el equipo cayera en la Champions League y tras la destitución de Santiago Solari, se esperaba que la operación fuera un revulsivo para el equipo. Pero nada más lejos de la realidad.
De los once partidos que ZZ dirigió al equipo, cinco acabaron en victoria, pero se cosecharon cuatro derrotas y dos empates.
Todo sigue igual
Tanto en el seno del club como entre la afición había cierto optimismo de que tras el mercado estival el Madrid se reforzara y todo cambiara en la nueva campaña. Pero todo sigue igual en la casa blanca.
La pretemporada se cerró con dos victorias, dos empates y tres derrotas, mientras que el inicio de la Liga no ha ido mucho mejor. Dos empates y una victoria son el balance del equipo, que además está generando muchas dudas. Parece que la gestión de incorporaciones no ha mejorada el panorama del año pasado. A la espera del regreso de Eden Hazard de su lesión, en el Santiago Bernabéu existe una seria preocupación por lo que viene por delante.
Lío en el vestuario
Además, el ambiente que se respira en el vestuario no da buena espina. El técnico está bastante molesto tras el no fichaje de Paul Pogba, una de las exigencias del francés desde que acordó su vuelta al Madrid con Florentino.
El francés y Hazard fueron sus peticiones, pero Pérez solo le ha concedido el deseo del belga. El galo sigue donde estaba y Zidane sin su crack. Así como tampoco le han quitado de encima a Gareth Bale y a James Rodríguez, descartados por Zizou desde el primer día. Un panorama que no refleja el poder de decisión que Florentino le garantizó a Zidane a su regreso.
Pero el cuerpo técnico no es el único que arrastra cierto mosqueo. Entre los pesos pesados también fluyen aguas revueltas. Aunque en su caso es por otro motivo.
Los cracks opinan que el ayudante de Zidane, David Bettoni, tiene demasiado poder en la plantilla y que el técnico le ha dado demasiada manga ancha para decidir sobre el equipo. Y los planteamientos que ha hecho en los últimos partidos no han gustado un pelo. Sobre todo el 4-2-4 que diseñó en Villarreal.
“Manda mucho y es muy malo”, comenta más de uno en los pasillos del Concha Espina, donde la creciente animadversión hacia Bettoni no deja de crecer. El lío está servido.