Los asistentes al partido entre Real Madrid y Levante en el Santiago Bernabéu siempre podrán decir que vieron el debut de Eden Hazard con el equipo blanco en partido oficial. El belga tuvo sus primeros minutos de competición a las órdenes de Zidane en el triunfo merengue por 3-2.
Una inoportuna lesión en la pretemporada ha retrasado la puesta de largo del que viene a ser el nuevo jugador franquicia del equipo. Hasta la jornada 4, pasado el parón de selecciones, no ha tenido su primera toma de contacto ante una afición que le esperaba como agua de mayo.
Fue a la hora de partido de ese choque ante el Levante cuando pudo por fin saltar al campo. Zidane apostó por un 4-3-3 en el que las bandas eran para Lucas Vázquez y Vinícius, con James Rodríguez como hombre más ofensivo del centro del campo.
A su salida al campo entró como hombre libre en esa posición del colombiano, que pasó a la medular con Kroos. Desde allí arrancó en varias ocasiones en esos clásicos caracoleos a los que ha acostumbrado durante su carrera entre Lille, Chelsea y la selección de Bélgica.
¡Gran debut, @hazardeden10! 😀👍#RealMadridLevante pic.twitter.com/OVAwiKZFZH
— LaLiga (@LaLiga) September 14, 2019
Al Real Madrid le tocó sufrir en el final del partido con el 3-2, pese a que Eden Hazard tuvo en sus botas el tanto de la tranquilidad. Como a él le gusta, partiendo desde la izquierda, recortando hacia dentro hasta encontrar el hueco y, desde la frontal, disparo con el interior que esta vez salvó Aitor Fernández.
Provocó dos tarjetas amarillas en el Levante, de Clerc y de Rubén Vezo, aunque quizás se excedió en las florituras. Así lo reconoció su amigo Thibaut Courtois al acabar el partido, 'echándole en cara' dos taconazos que terminaron en pérdidas madridistas.
Un inicio con el que arrancar una nueva etapa en un jugador, Eden Hazard y un club, el Real Madrid, que se necesitan mutuamente para conseguir dar un paso adelante.