El Real Madrid sacó un punto de su visita al Wanda Metropolitano en LaLiga Santander, en un derbi en el que le faltó presencia ofensiva pero confirmó su crecimiento como bloque, una mejoría defensiva que impulsó el tercer partido seguido sin encajar goles, con Thibaut Courtois seguro y que deja preocupación por Eden Hazard.
Las claves madridistas del derbi fueron:
1. Crecimiento como bloque
El cambio radical de la imagen dejada en París ante el PSG a la del Sánchez Pizjuán, tuvo continuidad en el derbi del Metropolitano. El Real Madrid fue intenso, igualó el físico que siempre exige el Atlético, peleó cada balón y fue un bloque que no dejó fisuras. La presencia de Casemiro más cerca de los centrales que de jugadores ofensivos ayudó para el equilibrio. Por tercer partido consecutivo no solo no encajó goles, sino que tampoco permitió disparos. Apenas un testarazo de Savic tras acción a balón parado. Desde ahí crece un equipo que confía en su calidad ofensiva para declinar los partidos.
2. Zidane y una sorpresa inesperada
Tiene ya nueve derbis oficiales a sus espaldas y conoce las virtudes de Diego Simeone. Para contrarrestarlas Zidane introdujo una sorpresa inesperada en su once, la presencia de Fede Valverde en el centro del campo. Mantuvo su dibujo con el 1-4-3-3 pero se armó para la batalla del centro del campo. Aumentó el físico con un futbolista que incomodó al Atlético de Madrid en la salida de balón. Le adelantó unos metros para que realizara un gran desgaste en el inicio de jugada rojiblanca. Lo torpedeó con éxito y le restó fluidez. Por contra perdió el pase entre líneas de James Rodríguez o Luka Modric. Ganó seguridad con su decisión y restó presencia en área rival.
3. Courtois se acerca a la estabilidad
Tuvo fortaleza mental el portero belga en un nuevo reencuentro con el que fue su equipo, sintiendo todo el ambiente en su contra. Se acerca a la estabilidad tras mostrarse firme en dos de las salidas más complicadas del campeonato liguero, el Sánchez Pizjuán y el Wanda Metropolitano. Tuvo que responder a un solo disparo a portería pero dejó una gran sensación con una de esas acciones que marcan partidos que se deciden por pequeños detalles. Su mano firme abajo cortando el pase tenso de Trippier con peligro de gol, fue clave en el primer acto. Por segundo partido se marchó sin recibir ni un solo gol y transmitiendo seguridad. Tiene en su mano ante el Brujas lo que solo ha conseguido en una ocasión desde que es madridista, estar tres partidos con la portería a cero.
4. Hazard se instala en la intrascendencia
No guardará un buen recuerdo de su primer derbi. A años luz del liderazgo que se le demanda, dejó su peor partido como madridista. En uno de esos días señalados para los que se le fichó. La exigencia aumentará para Hazard, que había descansado en el partido entre semana para exhibir un físico mejorado y la realidad es que está lejos de la intensidad que marcan sus rivales. Por mucha calidad que tenga en el fútbol actual se castiga no estar en plenitud y a Eden le queda bastante para acercarse. La competición no le está dando la mejoría esperada y en el derbi fue intrascendente. No apareció en ataque para inventar alguna acción de peligro, filtrar un pase entre líneas ni disparar a la puerta de Oblak. Hasta se le vio patoso en algún control y con numerosas perdidas. El madridismo espera más de él y una reacción inmediata.
5. Nacho cumple, Bale deja compromiso y Benzema acarició el gol
El problema del lateral izquierdo, donde Zidane optó por no forzar a Marcelo ante la baja de Mendy, puso el foco sobre Nacho. Un diestro jugando a pierna cambiada y que salió airoso cuando Simeone dio la orden de que lo buscaran. Firme defensivamente e incluso aportando más de lo que se esperaba con dos subidas en ataque que dejaron las ocasiones más claras del Real Madrid. La primera la chutó con potencia y sin colocación un Gareth Bale comprometido, que realizó un gran desgaste en ayudas defensivas y no se cansó de correr la banda para intentar crear peligro. La segunda acabó en la acción clave del partido. Un testarazo de Benzema ante el que voló Oblak para sacar una mano salvadora. Se cortó la racha goleadora del francés en un derbi en el que recibió menos balones de lo que deseaba.