El Santiago Bernabéu ha dictado sentencia. También lo hizo Zinedine Zidane al dejarlo fuera del once y dando prioridad a Rodrygo. Y aún queda por ver cuál será el veredicto final de Florentino Pérez en el mercado de invierno. Gareth Bale volvió al Real Madrid más de un mes después sin vestir la camiseta blanca y tras brillar con Gales.
El galés volvió a la que es su casa envuelto en una polémica tras aparecer públicamente con una bandera en la que se mofaba de su club y alardeaba de su afición al golf. Bajo la frase 'Gales. Golf. Madrid. In thar order' Bale ha desatado la indignación de la afición blanca. Y la pancarta de la polémica con la que Bale celebró la clasificación a la Eurocopa no ha sido olvidada este sábado por el Santiago Bernabéu. El juicio público al extremo de Cardiff ha llegado por unanimidad en una sonora pitada.
Ya en los prolegómenos del encuentro la grada se mostró hostil con el galés. Los pitidos fueron sonoros, por encima de algunos aplausos, cuando su nombre fue anunciado por megafonía.
A pesar de que Zidane hizo una defensa a ultranza en rueda de prensa y de que llamó a la calma a la afición blanca, el Santiago Bernabéu lo tiene claro. En la vuelta del galés al césped del estadio blanco tampoco estuvo excenta de pitos. Algunos de esos silbidos, ya en menor medida, se prolongaron en los primeros contactos del galés con el balón.
Buena parte de esos más de 69.000 aficionados que se desplazaron en esta fría noche en Madrid hasta el Bernabéu se encargaron de mostrar un clima hostil ante el galés. E incluso lucieron una pancarta para 'devolver' a Bale el golpe.
Con una leyenda en la que se leía 'Rodrygo-Vini-Lucas-Bale. In that order' terminó de poner de manifiesto el gran descontento que vive la afición blanca con la actitud del galés.