Bendito problema para Zinedine Zidane. El técnico francés, tras recibir múltiples críticas, ha conseguido revivir a su equipo y con la clasificación para la Champions encarrilada, se encuentra en la posición ideal para seguir forzando al FC Barcelona en LaLiga Santander. Sin embargo, los problemas ahora son otros, contando con una difilicísima gestión en su plantilla: ¿Quién debe ocupar el lateral zurdo?
Con Marcelo y Mendy rotando tras las lesiones y las bajas formas físicas, el fichaje quiere ganarle la partida al veterano. Así lo hizo ante la Real Sociedad, partido en el que fue titular el francés, y así intentará hacerlo de aquí a final de temporada.
El desafío no será nada fácil. Marcelo cuenta con la confianza máxima de Zidane y es su hombre para la posición. Tal es la confienza en el brasileño que en su retorno al club, cuando mejor estaba Reguilón, sentó al joven y le mandó -en verano- cedido al Sevilla.
La llegada de Mendy no ha hecho más que aumentar la competencia y ahora tiene una difilicísima gestión siempre que los dos estén sanos: el fichaje o el veterano, Mendy o Marcelo.
El delantero galés volvía al Santiago Bernabéu tras su polémica celebración con su selección y el estadio blanco, ofendido, no dudó: pitada histórica para mostrar su descontento. Sin embargo, y sin dejarse llevar por los pitos, Zidane tomó una decisión que nadie esperaba: confianza, respaldo y cariño para un jugador 'obligado' a salir de LaLiga Santander.
Su salida al terreno de juego no invitaba a ser optimista. El Santiago Bernabéu se ponía en pie y le dedicaba una sonora pitada difícil de olvidar. Zidane, desde la banda, intentaba hacerle olvidar lo externo y el galés respondió.
En una de sus primeras jugadas, se sacó una increíble carrera para asistir, con la ayuda de Benzema, a Luka Modric para sentenciar el encuentro. Casemiro, sabedor de la necesidad de la reconciliación, aprovechó el gol para llamar a todos sus compañeros y pedirles, públicamente, que celebrasen el gol junto al de Gales.