El Real Madrid visitaba este sábado el estadio de Mendizorroza para medirse al Deportivo Alavés, en un encuentro correspondiente a la jornada 15 de LaLiga Santander. Una cita en la que sobresaldría una figura por encima del resto: la de Isco Alarcón.
Un 'mago' que volvería a aprovechar una nueva oportunidad otorgada por Zinedine Zidane para volver a mostrar su amplía gama de trucos. A pesar de que el día no era el idóneo para la disputa del fútbol por la intensa lluvia caída sobre el recinto, el malagueño no se arrugaría en ningún momento.
Su enorme encuentro ante el PSG el pasado martes en Champions le abría de nuevo las puertas de la titularidad en un centro del campo formado por cuatro hombres, junto a Casemiro, Kroos y Luka Modric.
Ante el Deportivo Alavés, Isco Alarcón volvía a mostrar su mejor versión a pesar de su gran inactividad en los primeros meses de competición. Rápido, participativo y repleto de imaginación se mostraba en una primera mitad en la que al resto del equipo le faltaban ideas.
Una gran tarde en la que decidía dar un paso más adelante. Un paso para volver a ser decisivo en la victoria de su equipo. Y así fue. El futbolista andaluz protagonizaba un gran salto de cabeza, por encima de Martín Aguirregabiria, para rematar a la madera y que Dani Carvajal aprovechase el rechace para poner el 1-2 definitivo en el marcador.
Actuaciones así podría provocar un cambio radical en los planes de un Zinedine Zidane que recuperaría para la causa a un hombre totalmente trascendental en cada uno de los últimos logros del conjunto blanco. Un futbolista diferente que puede encajar en cada una de las variantes de un técnico francés que respira aliviado tras haberle recuperado.