Real Madrid y RCD Espanyol se miden en el estadio Santiago Bernabéu en un duelo en el que ambos buscan soluciones, con la segunda unidad ante la nueva plaga de lesiones los locales y a la crisis sin freno que no ha logrado zanjar la llegada de Pablo Machín los visitantes.
Tomaba vuelo el Real Madrid cuando una semana que se esperaba tranquila, sin partido, ha acabado alterando los planes de Zinedine Zidane. Las lesiones de Eden Hazard, Marcelo y Gareth Bale afectan a su equipo titular tipo y el técnico se ve forzado a resolver su ausencia a días del gran clásico del fútbol español.
El primer banco de pruebas es ante el Espanyol, con la posibilidad firme de reservar al brasileño Casemiro que tiene cuatro tarjetas y está a una de perderse dos encuentros importantes ligueros antes del fin de año, las salidas a Valencia y Barcelona. Arriesgar o reservarle es una de las decisiones que debe tomar Zidane, que en la situación en la que vive ya ha recuperado a Isco Alarcón y le dará galones.
A la ausencia de tres titulares se suman las ya habituales de Marco Asensio, Lucas Vázquez y James Rodríguez, lo que afecta directamente al ataque madridista, muy mermado. Obliga a Zidane a dar paso a un Vinicius relegado a papel de segundón. Hasta el momento su compatriota Rodrygo le ha ganado la partida y le llega la hora de ganar más protagonismo en el campo en los encuentros ante Espanyol y Brujas en Liga de Campeones.
Todo apunta a que el sistema que ha dado estabilidad en los resultados y un gran juego, el 1-4-4-2, lo mantendrá Zidane con numerosas novedades en el once. Regresan tras rotación jugadores como Thibaut Courtois en portería y Raphael Varane en defensa. Luka Modric se mantendría en el centro del campo y Ferland Mendy y Rodrygo cubrirían las bajas para seguir una línea positiva, con tres triunfos ligueros consecutivos y la firme posibilidad de firmar el cuarto por primera vez en la competición.
El Espanyol visita el Santiago Bernabéu en su peor momento de la temporada, después de perder contra Osasuna en casa y mostrar una imagen pésima ante su afición, que despidió al equipo con silbidos y pañuelos y que exige un cambio de dinámica inmediato.
El vestuario blanquiazul, en este sentido, afronta el partido como una oportunidad para dar un golpe encima de la mesa. Consciente de la entidad del rival, el Espanyol apurará sus opciones para vencer a los blancos y sumar un resultado positivo que calme los ánimos y ayude a salir de los puestos de descenso.
El entrenador, Pablo Machín, no podrá contar los lesionados Naldo, Víctor Sánchez, Javi López ni Vargas. La única novedad en la lista de convocados es el centrocampista Esteban Granero que vuelve una vez más a la que fue su casa. Finalmente, el delantero argentino Facundo Ferreyra no entró en la convocatoria por la rotura fibrilar de la que está recientemente recuperado y tras completar varias sesiones con el grupo.
En el plano estrictamente futbolístico, el Espanyol no renunciará del todo a su propuesta habitual. Afronta un partido muy complicado históricamente para sus intereses. Los catalanes no ganan en el Santiago Bernabéu desde la temporada 1995-96. El último resultado positivo que cosecharon en el feudo madridista fue en la campaña 2012-13, donde firmaron un empate a dos. Se ha llevado seis derrotas en sus seis últimas visitas ligueras.