Madrid, siéntate y marca
El gol. Esto fue lo único que le faltó al Real Madrid para poner la guinda a un partido en el que los blancos bordaron el fútbol. Hacía tiempo que no se veía un Clásico en el Camp Nou en el que los madridistas fueran tan superiores al Barcelona y, sin embargo, ni con eso bastó.
El partido, desde el primer momento y salvó alguna acción aislada de Leo Messi fue un monólogo de los de Zinedine Zidane. Pero claro, con el argentino enfrente esas ocasiones perdonadas por el equipo merengue parecían indicar la previa de un gol del rosarino que tantas y tantas veces ha condenado a los de Chamartín.
Los aficionados del Real Madrid vivieron su particular "acción" de Tsunami Democràtic. En lugar del "Spain, sit and talk", Zidane debería colocarles a sus jugadores un lema en el vestuario del próximo partido: "Madrid, siéntate y marca".
Gracias a todo el santoral (y al entrenador que le sentó en Mestalla para que no tuviese riesgo de amarillas), Casemiro pudo disputar el partido y esa fue la razón principal del dominio blanco. Una y otra vez los jugadores del Barcelona se chocaban con el brasileño, que llegó a robar un balón de tacón en una contra culé al final del duelo.
Pero Casemiro no estuvo solo. Fede Valverde y Kroos se coronaron como sus lugartenientes para llevar la pelota al ataque. El uruguayo no acusó la inexperiencia en este tipo de partidos y fue de los mejores de su equipo. En cuanto al alemán, una nueva lección de fútbol esta campaña.
Incluso Isco mostró un nivel espectacular, corriendo en ataque y en defensa como hacía años que no se veía. Sólo faltó una mayor puntería en el área rival. Benzema y Bale no se puede decir que jugaran mal, ya que su trabajo fue encomiable, pero no aparecieron en el área rival.
Ni siquiera la salida al campo de Rodrygo sirvió para acabar con un Barcelona que sufrió de lo lindo. Los de Ernesto Valverde se escaparon vivos, aunque la lección de fútbol de Zidane (que sigue sin perder en el Camp Nou como entrenador) invita al optimismo para la presente campaña.