Los días de Gareth Bale en el Real Madrid están contados. A pesar de su titularidad ante el Getafe, nadie duda de que su etapa ya se da por finalizada. Y, aunque ha costado, parece que Florentino Pérez finalmente ha podido encontrar un comprador. Eso si, recuperar los 100 millones de euros que invirtieron en el 2013 es imposible. Pero se puede decir que están amortizados.
No es para menos, viendo sus escándalos extradeportivos y sus problemas con las lesiones. Y a todo eso se suma su nula adaptación al club, al vestuario y a la ciudad. Porque, más de seis años después de su llegada, aún no se le ha escuchado hablar español. Su destino parecía ser la Premier League, pero sorprendentemente se encontrará fuera de Europa.
Concretamente, acabará en la Major League Soccer de Estados Unidos. Un país en el que se habla inglés, donde no hay presión mediática y que convence a la familia del galés. Tan solo faltan concretar el precio del traspaso y los típicos flecos que retrasan el anuncio oficial.
Adiós Bale.
También falta por ver cual será el equipo que se lleve al ex del Tottenham Hotspur. El que está en todas las quinielas es Los Ángeles Galaxy, que busca una estrella tras perder a Zlatan Ibrahimovic, de vuelta al Milan.
La otra opción es el Inter de Miami, la nueva franquicia de David Beckham. Arrancará este año su andadura por la MLS, que abre el telón en unos meses.
Por tanto, Bale tendrá unos meses de vacaciones inesperadas.