Eden Hazard, lesionado desde el 26 de noviembre en el partido que enfrentó al Real Madrid con el PSG, tiene cada vez menos margen para llegar en perfectas condiciones al duelo europeo del próximo miércoles 26 de febrero ante el Manchester City.
Después de no entrar en la convocatoria contra el CA Osasuna, al belga sólo le quedarían dos encuentros ligueros (Celta y Levante) para poder medir sensaciones en el terreno de juego antes del encuentro ante el Manchester City. Poco tiempo teniendo en cuenta de que en el caso de volver frente al Celta, no jugaría desde el inicio.
Tras el segundo parte médico que se dio de la lesión de Hazard, y que informaba de un daño mayor del inicial en el tobillo, desde el club se preveían tres semanas de baja. Un vaticinio que nada tiene que ver con lo ocurrido.
Cuando en rueda de prensa se le pregunta al galo por la reaparición del "7" blanco, éste no muestra ningún síntoma de preocupación. Se puede deducir que o confía plenamente en el trabajo del atacante y en Dupont, preparador físico del Real Madrid, o ha cambiado de idea y será en la vuelta de octavos ante los de Guardiola cuando veamos su vuelta a los terrenos de juego.
En la última entrevista concedida a diario "Marca", Hazard reconoció que cogió cinco kilos de más durante las vacaciones de verano, aunque los perdió en sólo diez días. "Es verdad, no mentiré. Si estoy de vacaciones, estoy de vacaciones. Cogí cinco kilos en verano. Soy de los que cogen peso rápido y también lo pierdo rápido. En el Lille, con 18 años, pesaba 72 o 73 kilos y al ganar músculo pasé a 75. Y en un mal día, 77. En verano subí a 80 kilos pero lo perdí en diez días", admitió.
Lo cierto es que ahora, en su intento de retornar a ser el jugador que al fin se había ganado a la afición blanca antes de que lo lesionaran, Hazard está más delgado que nunca.