El fichaje de Gareth Bale por cualquier club de la Premier League, véase, por ejemplo, el Newcastle o el Tottenham, se convertirá, sin lugar a dudas, en uno de los grandes culebrones del mercado. Su continuidad en el Real Madrid parece un hecho muy complicado... con un único argumento para salvarse.
Con numerosos clubes interesados en su figura (no sólo de la Premier League) el Real Madrid sigue convencido de que su salida debe darse por una importante cantidad económica. Y ahí está el problema.
El jugador no renuncia a su sueldo y los clubes que le quieren, al menos por el momento, no pueden pagar sus honorarios además de un traspaso millonario al Real Madrid.
En dicha situación, y con la posibilidad de que deba seguir en el Santiago Bernabéu una temporada más, aparece un argumento de peso para seguir contando con él: en su puesto no tiene competencia.
Con Eden Hazard como titularísimo en la banda izquierda, hombres como Vinícius o Rodrygo intentarán rascar algunos minutos intercalando su posición, situación semejante para el recién recuperado Marco Asensio, que también puede jugar por ambas bandas.
En la banda derecha, mientras tanto, aparecen como opciones Lucas Vázquez y el mencionado Gareth Bale. Teniendo en cuenta que el español suele ser un revulsivo para Zidane, la ecuación deja al galés solo: la banda diestra necesita su mejor versión.
Con este razonamiento, Gareth Bale encontraría el argumento perfecto para pedirle un sitio a Zinedine Zidane para seguir una temporada más en el Real Madrid.
Con Lucas como revulsivo, Vinícius y Rodrygo suplentes y Asensio como incógnita, Bale se queda solo en la derecha. Esa es su única salvación.