Tres partidos y siete puntos de nueve posibles con dos salidas complicadas. Se podría decir que el inicio del Real Madrid en LaLiga Santander ha sido bueno, pero aún queda mucho por mejorar si las sensaciones van a ser igual que ante el Valladolid. Y Zinedine Zidane debería tomar nota.
El equipo ha comenzado falto de verticalidad en los tres primeros partidos, en los que el técnico francés ha probado diferentes formaciones. El 4-4-2 con rombo de los dos últimos partidos no ha terminado de otorgar al equipo el control necesario del encuentro y tampoco genera las ocasiones necesarias.
Pocos entrenadores como Zidane manejan el reparto de minutos, pero da la sensación esta temporada de que lo mejor siempre ha estado en el banquillo
Karim Benzema y Luka Jovic no terminan de mejorarse el uno al otro. Si el francés fue mucho mejor que el serbio en el Benito Villamarín, ante el Valladolid las tornas cambiaron... sin que ninguno lograra el gol.
Y en el banquillo hay jugadores para cambiarle la cara al Real Madrid. El mismo Vinícius Jr., que anotó el gol de la victoria después de agarrar el balón en más de una ocasión intentando algo distinto a lo visto antes de la hora de partido.
O Marco Asensio, ya recuperado de su lesión y que poco a poco se acerca al futbolista que decidía antes de su grave rotura de ligamentos de la rodilla.
Los dos son necesarios en un esquema en el que Rodrygo también debería tener sitio. Al menos algo más que los 0 minutos que ha sumado entre los partidos ante el Real Betis y el Valladolid. Y todo eso esperando a Eden Hazard, que ha sumado una nueva lesión a una larga lista.
No será por falta de atacantes por lo que puedan llegar los problemas del Real Madrid esta temporada. Eso sí, toca ordenarles en el campo y darles minutos para que cojan la confianza que aún necesitan. Y ahí tiene trabajo Zinedine Zidane.