Fernando Morientes, exjugador del Real Madrid, pudo ser el fichaje del Atlético de Madrid. El que fuese uno de los mejores delanteros de España, antes de dar el salto al Santiago Bernabéu, negoció con Jesús Gil, pero su operación nunca se llegó a cerrar por una curiosa razón.
Tal y como cuenta el propio exfutbolista en una entrevista para Footters, cuando aún estaba en el Albacete, con 18 años, su agente le llamó ofreciéndole tres nuevos equipos.
"Tengo una anécdota con mi representante. Me dice que me quiere el Atlético de Madrid, el Zaragoza y el Betis. Le digo hombre, el Atleti", comenta con una sonrisa, anticipando lo curioso de la historia.
Por entonces estaba Jesús Gil, un hombre que ha dejado miles de anécdotas en el Atlético de Madrid. "Yo me acababa de sacar el carné, a mí me daba igual el dinero que me pagasen, yo quería un coche. ¿Qué coche quiere?, dijo Gil. El Golf. Y Gil le llamó y me dijo que si iba, tenía el Golf en el Calderón".
Todo parecía estar decidido para irse al Calderón, pero entonces llegó el problema. "Yo no tenía un duro entonces, no era con dinero, me pagaban con pisos en Marbella... yo necesitaba pasta", cuenta entre risas.
Finalmente, Morientes rechazó al Atlético de Madrid y se marchó al Zaragoza, equipazo por entonces. "El representante me dijo que el que mejor pagaba era el Zaragoza. El Zaragoza pagaría bien al Albacete y yo sería el fichaje más caro de la historia (350 millones de pesetas) y a ti te pagan una ficha en dinero. Le dije venga, al Zaragoza".
"Molina, Santi y yo íbamos juntos (al Atlético), íbamos en el mismo paquete, en el 95-96. Pero yo podía cobrar más en el Zaragoza, me llamó Víctor Fernández y me dijo que tenía el '9'. Era un equipazo", sentencia sobre dicha historia.